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viernes, 5 de abril de 2013

Florenci Mimó 23 de abril de 1940



¡IMPORTANTE! Poderoso narcótico
Se recomienda sea leído por etapas
Madrid, 23 de Abril de 1940
Inolvidables Teresa y Francesca:
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Dejando, pues a parte todo esto, debo deciros que las “fotos” me gustaron mucho y en cuanto a mi físico en la pequeña quedé con una cara realmente ¡apolínea! En cuanto al aspecto del paisaje parece que nos encontramos acampados en el desierto del Sahara o en plena estepa siberiana y eso me hace quedar mal ante los naturales de la estepa castellana, que me preguntan si eso es la ponderada exuberancia de nuestra Cataluña . Después de deciros que me gustaron las “fotos”, parece que os esté haciendo una crítica rabiosa. No, lo cierto es que quedaron muy claras y que los protagonistas del “drama” quedaron todos muy aceptables, y era esto lo que interesaba.
La excursión a Guanta me dejó con muchas ganas de volver a hacer otra muy pronto, que no dudo tendrá al menos el éxito de aquella. Ya me contareis si es que hacéis alguna otra durante estos días.
Os he enviado una postal del “Retiro” para que veáis que por Madrid también disfrutamos de paisajes más o menos naturales, con árboles de verdad y lagos con pececitos de colores. Los domingos por la tarde se pasean por aquí verdaderas bandadas de nodrizas con las respectivas criaturas, las cuales mientras las primeras cortejan, disimulan y se entretienen tirando pan a los peces. El estanque queda a esta hora cubierto de papeles, envoltorios de meriendas, al mismo tiempo que los propietarios de los bares al aire libre hacen el agosto y los vendedores ambulantes, se desgañitan anunciando sus mercancías: “Hay pipas, tostás y salás!!!...” “¡¡Al rico helao!!” “Tortas, suizos y pichis”, ¡¡mire que ricos!!”.
No obstante esta clásica estampa madrileña, más típica que agradable, hay otras horas que el parque tiene muchos atractivos que invitan a dar un paseo.
Una novedad de interés: podéis ir al cine descansadas, que ya no hay “Baile de ramos”, (Al menos aquí).
Y hablando de cine, el otro día descubrí un cine ideal para nosotros, (nosotros somos los soldados). Está situado en el suburbio-barrio de “Vallecas “, uno de los más extremados extremos de la capital, y digo que es ideal en cuanto al módico precio y más extensos programas que en los de los lugares céntricos. En los restantes aspectos, psé, psé... La entrada recuerda una de aquellas barracas de feria, donde lo que ocupa el lugar presidencial es la “taquilla” y son visibles hasta cosa de kilómetro y medio los precios con el correspondiente subsidio. Con el compañero que iba nos aproximamos a aquel tenebroso agujero e interrogamos al “taquillero” (no disponían de esta cosa ornamental que son las “taquilleras”) sobre que filas quedaban vacías, comunicándonos que podíamos escoger la que realmente nos diese la gana. Después de pasar a ser propietarios de dos de aquellos mágicos papelitos que se suelen llamar entradas, fuimos a visitar un poco las características del barrio, que tiene un parecido más o menos aproximado a Shanghái o Sant Quirze, y una vez creímos llegada la hora oportuna de empezar el espectáculo fuimos a meternos en el distinguido “Cine Frutos”; este es su nombre. Atravesada la cortina que nos separaba del mundo exterior encontramos dos acomodadores que en acalorada discusión comentaban la desaparición de un tercer acomodador lo que les ponía en un angustioso problema; por tanto los dejamos en la búsqueda y persecución del mismo y nos acomodamos nosotros solos. El interior del local correspondía al aspecto de fuera, pero aunque de reducidas dimensiones pudimos ocupar un lugar estratégico. El resto de los espectadores se componían de las siguientes variedades: mujeres con criaturas, hombres con criaturas, o hombres y mujeres con criaturas y criaturas solas. Esto hasta el 50%; el otro 50% estaba integrado por parejas de enamorados, convenientemente camuflados por ángulos a media luz, y por soldados, entre ellos nosotros dos. Para amenizarnos el espectáculo y llenar el silencio de la sala que resonaba a vacío, el vecino de atrás, leía en voz alta a su acompañante los títulos del film; el de más allá le contaba que si este era el “chico” y que ahora saldría el “traidor”; las criaturas menores de tres años lloraban a coro cuando aparecía en escena el “Boris Karlofff” ( con tres “efes” hace más efecto), los mayores silbaban y aullaban cuando la “chica” era salvada por el “bueno”, y todo el mundo, todo el mundo, (¿lo calificaréis de inmodestia si os digo que “nosotros” dos éramos una excepción?) roía “pipas”, la clásica comida madrileña, produciendo el ruido normal que producen las mandíbulas al chocar entre sí.
Pero, vaya, como que el programa estuvo bien y salimos satisfechos no hubo derecho a reclamación.
Es posible que digáis que no hay derecho a ensuciar tanto papel para deciros todas estas tonterías, pero, ¿ creéis que un soldado puede contar alguna cosa interesante? Si, podría explicaros todavía, que ayer comimos garbanzos, que hoy hemos comido garbanzos, que mañana comeremos garbanzos y que hace ya X? meses que comemos garbanzos y que el día que no podamos comerlos puede ser que los encontremos a faltar de tan amigos como nos hemos hecho. Todos nuestros ideales y preocupaciones se reducen a pensar si la carne será hoy más o menos dura y si nos tocaran dos trozos de más o tres de menos. Toda una perspectiva....
Como ya sé que sois comprensivas y que os haréis cargo, por eso me aprovecho.
Estoy ya esperando carta de Lluís pues le contesté ya hace días la suya. Supongo que habrá ido recibiendo las vuestras que se habían retrasado.
Teresa, Antonieta me informo de tu nueva colocación; me gustaría mucho que fuera de tu agrado y que resultase bien, ya que con una colocación fija puede ser que ya no tendrás que pasar tantas angustias. Y el asunto de las gorras, ¿No lo has continuado? Ya me explicarás un poco tus nuevas ocupaciones. A ti Francesca supongo que no debe haberte variado casi la situación.
Os ruego que si veis a Carmina le deis recuerdos de mi parte, así como a su hermano o algún otro componente de la excursión. Saludar también, como es natural, a vuestra familia.
En espera de nuevas vuestras, recibid un fuerte apretón de manos de vuestro amigo,

Florencio

1) . En el lugar ocupado por la rayitas va el párrafo destinado a desear buena salud como es la mía. (G.a D.) y a disculparme por la tardanza, etc. etc., que como ya lo pongo en cada carta no es necesario que lo repita. - N. del T.

lunes, 1 de abril de 2013

Florenci Mimó 9 de febrero de 1940





Madrid, 9 de Febrero del 1940


Queridas amigas:


Vuestra carta ha llegado puntualmente y sin novedad a mi poder, produciéndome la satisfacción que podéis comprender.

Siento de verdad que “papá invierno” os haya hecho pasar tan malos ratos con grave peligro de destapar la ración de constipados que creo que todos llevamos en el interior de nuestro cuerpo. Creo que tienes una buena parte de razón, Francesca, de no querer plantar mucha cara a este frio condensado que la presente estación deja caer sobre nuestras cabezas, ya que además de la irritación que produce en nuestros sabañones, una vez pasan unas cuantas horas, además de perder la belleza que le daba su blanca tonalidad, es un gran peligro para nosotros, desdichados peatones que hemos de deslizarnos sin patines por su helada superficie.

Ahora, al menos por aquí, y creo que será en general, ya ha pasado el peligro. -Señores, pueden salir tranquilamente de los refugios y lanzarse a la calle, que el frio se ha dado por vencido y ha optado por dejar paso al buen tiempo-.

Después de unos días de niebla baja, espesa y húmeda que se introduce hasta el tuétano de los huesos, el sol sacó la nariz, primero tímidamente y después con valentía, fundiendo los últimos restos de nieve que habían quedado por lugares inexplorados.

Como fue en domingo el día de este feliz acontecimiento, quisimos compensarnos los días de clausura total, al mismo tiempo que desentumecíamos nuestros miembros ya encogidos, y nos aventuramos junto con un compañero a salir de la urbanización lanzándonos a las afueras, estos tristes campos deforestados, desolados y sin árboles, socavados de trincheras y sembrados de hierros viejos que en días ya casi remotos, fueron mortíferos. Los estanques y charcos de agua estaban helados y el interior de las fortificaciones con un buen grueso de nieve, todavía. Los pocos árboles o arbustos que quedaban de pie fueron podados o arrancados a golpes de hacha por un tropel de míseros niños y mujeres que buscaban en la naturaleza lo que la civilización no les da para calentar la fría casa.

Nos adentramos otra vez por las calles malolientes de gasolina, metiéndonos por las bocas oscuras y olorosas del “Metro” cansados de tanto saltar por encima del laberinto de trincheras y con los zapatos pesados del grosor de barro que llevaban, pero no obstante habíamos respirado un poco de oxigeno y el sol nos había tocado de lleno... Y nuestros estómagos acostumbrados al rancho se tragaban sin problemas lo que, humeando todavía, nos esperaba.

¿Será factible que cuando pueda volver a ir podamos llevar a cabo una excursión de verdad?... ¡¡Y pueda ver montañas y pinos y ríos y vegetación frondosa!! Cosas estas, que la Naturaleza ha negado a este terreno poco afortunado.
Respecto a las “fotos” no me corren mucha prisa, ya que para tener un sobresalto en cualquier momento estoy a tiempo. Mejor que me equivoque, ¿no?

Me alegro que al menos fuese de vuestro gusto la película “Horizontes perdidos” que no dudé en recomendaros pues me parece que ha de gustar a todos los amantes de la naturaleza.

Aquí la han de estrenar todavía, igual que otras muchas de las que en Barcelona ya son viejas. No obstante no me preocupa mucho ya que por ahora he dejado de ser asiduo concurrente a los locales cinematográficos, por el doble motivo de economía y falta de tiempo, y sólo pienso acudir a proyecciones de excepcional importancia. Las lecciones escolares se cuidan de llenarme el tiempo en que podría intentar visitarme la monotonía.

Una novedad lastimosa en contra del arte y el buen gusto tengo que daros. -Buscar en el bolsillo y sacar un pañuelo para recoger las lágrimas que inevitablemente han de caer de vuestros ojos- ¿Os acordáis que os hable de la decoración hasta arriba de nuestra habitación con toda especie de recortes de caras agradables? Esto hacía de nuestra habitación la más elegante y admirada de nuestra morada, cuando de pronto la noticia de que tenía que venir a hacer revisión general una elevada personalidad de nuestro ramo, nos obligó a la ignominiosa y indignante empresa de arrancar todo cuanto allí había de atrayente y decorativo, dejando las paredes más lisas que un cielo sin nubes. Además nos vimos obligados a pasar toda la mañana entera, con los botones más que abrochados atenazados, desde la punta del zapato hasta el de arriba de la nuez del cuello.

Todo para ver en el espacio de unos segundos, una puerta que se abre, una voz que manda: “en pie”

un ruido desorbitante de sillas que se mueven y pies que se levantan sobre su base, una cara que aparece en el dintel y expande con la garganta un sonido que se supone es de aprobación... La puerta se cierra, todo el mundo lanza un suspiro de satisfacción, los botones que oprimían se desabrochan y todo vuelve a la normalidad.

Os ruego me perdonéis si he dejado escapar algún lapsus ortográfico como también si os he aburrido con tanto rollo. Sólo os pido que os venguéis, si el tiempo y las ganas os lo permiten, con otro tanto.

También os suplico me excuséis si no puedo contestaros siempre en nuestra lengua, pero como podéis comprender me comporta algunos inconvenientes. Ah!!... ¡¡Si todos los “catalanofobos” que hay por aquí sospechasen lo que estoy haciendo!! Cómo "rechinarían” los dientes y me morderían con todas sus fuerzas si pudiesen, Y además es muy indignante tener que escribir en dos papelitos, uno encima y otro debajo, para evitar las miradas indiscretas que sondean con curiosidad... “Marditos curiosos”.

Bien, pero todo ha estado compensado por la satisfacción de poder escribir TODA una misiva en nuestra lengua catalana.
(¡¡Otra línea que me sale en pendiente!! Esto es por culpa de los papelitos que os decía, que no me dejan tener una visión global y  me hacen ir torcido)

Hasta pronto


Florencio

Recuerdos

viernes, 29 de marzo de 2013

Florenci Mimó 19 enero 1940



Madrid, 19 Enero 1940.

Apreciables amigas:

“Quien salud tiene, salud os desea. Cojo la pluma para escribiros esta carta” (1). Bueno, la dejo ya encima de la mesa porque me estorba. (La pluma).

¿Sigue bien vuestra vida? Por lo menos espero que no tan helada como por aquí, aunque según la prensa, este año es general el frío.

Vaya un sarcasmo, ¡eh!... En los días que estuve ahí tanto esperar un poco, nada más que un poco de nieve, y desde mi vuelta a Madrid se puede decir que no hace otra cosa. Hoy mismo, al abrir los ojos después de sacar con precaución la cabeza de debajo las sábanas, lo primero que he visto ha sido el tejado de enfrente cubierto de frío tapiz, como en una especie de tenue sueño blanco. Después de un bastante titánico esfuerzo he conseguido salir de mi tentadora prisión y me he dado un lavado de cara y manos con nieve que me ha hecho entrar en reacción enseguida.


(1).- Este párrafo es copia literal (salvo la ortografía) de una carta escrita por un novel “maquinista” hace unos días. Cómo la encontré original me la he apropiado y aquí os lo mando.


Hoy por primera vez se ha estabilizado en las calles céntricas ya que ha nevado con intensidad y los esfuerzos de los barrenderos que las barrían con mangas de agua, se ven contrarrestados al poco rato por la que cae de nuevo, cubriendo los relieves y partes salientes de los edificios, las calles, los quioscos, los coches y los paraguas de las chicas que escasamente se preservan todavía contra este inofensivo elemento.

En cuanto al color del cielo indica que por ahora no le dan ganas de parar. Es algo “chachi”.

Creo debéis saber que ahora voy a la Academia Cots a estudiar contabilidad y dar un repaso de Francés día por otro. Me gusta bastante el sistema y aunque todavía no he intimado con nadie en ella me parece que deben de ir algunos catalanes ya que la central de este centro de enseñanza está en Barcelona, y esto viene a ser una especie de lazo espiritual.

Si salió algo aprovechable de la “foto” de Can Llobeteras, espero me la vais a mandar pues me inspira curiosidad ver la cara con que salimos.

En espera de que me contéis vuestras novedades en el año 40, os saludo con afecto,

ANTAÛEN (sic)
Florencio

lunes, 25 de marzo de 2013

Florenci Mimó 4 de septiembre de 1939




Madrid, 4 de Septiembre de 1.939



Amigas: No me siento con rencor suficiente para poneros una penitencia por vuestro GRAVÍSIMO delito de haber tardado “tantísimo” (!) tiempo en escribirme.

No, la espera está compensada por la esplendidez de vuestras letras y la alegría que me producen y además comprendo -por haberlo experimentado- que no siempre el estado de ánimo está en buenas condiciones para ponerse a escribir.

De Mª Mercedes me alegro que se tengan algunos indicios, aunque sean leves por ahora, y confiando poder saber de ella más ampliamente. Si es que otras nuevas os llegan ya sé que no dejareis de comunicármelas.

Con la descripción de vuestras excursiones, me parece que puedo participar algo de ellas yo también y parece que estoy viendo todavía estos lugares tan familiares y dónde tan buenos episodios pasamos juntos.

Yo el pasado domingo entré también algo en contacto con la Naturaleza al alejarme por unas horas de la ciudad. Fui con un amigo al Pardo, pueblecito distante de aquí unos 10 quilómetros, siendo el motivo visitar y llevar unos objetos a un compañero de dicho amigo mío, que se encuentra en un batallón de trabajadores. Fuimos en un coche de línea que hace este trayecto no siéndonos muy difícil encontrar al que buscábamos. Yo, que me he encontrado en situación semejante, pude comprender la alegría enorme que experimentó al recibir la visita de un conocido que le transmitiese unas palabras de su casa. Estando en esta situación se puede comprobar la importancia de la libertad a la que no hay nada inigualable.

Después aprovechamos para darnos una vuelta por el pueblo y los alrededores, que me resultó agradable ya que este lado es uno de los más privilegiados que circundan Madrid. Hay muy escasas casas, pero las calles son limpias y sombreadas con abundantes arboledas; tiene un imponente edificio mezcla de palacio y fortaleza donde en pasados siglos se trasladaba en las épocas de calor la corte de Madrid. Pasa por allí también el diminuto Manzanares hasta dónde se largan las gentes de la capital que no caben en las piscinas o playas artificiales. Pasamos unas horas bien agradables en esa excursión que nos abrió además un apetito formidable a prueba de lentejas.

Por lo demás sigo haciendo la misma vida que no me aburre porque es cómoda y bastante variada.

Hace unos pocos días recibí la visita de las primas y tíos de María-Ana que estaba de paso por esta ciudad y ya me notificaron que os había ido a visitar.

Tengo que decirte, Francesca, que me gustó mucho el verso de tu amiga, y si no fuese por el secreto te encargaría la felicitases, pero en este caso resérvate tú mi opinión.

(En francés) Hasta pronto.

Florencio


A pesar de la dolorosa importancia del suceso no os hablo nada de la guerra, pues bastante se ocupan de ella los periódicos. Sólo me queda desear que no lleguen hasta aquí las fatales consecuencias.

viernes, 22 de marzo de 2013

Florenci Mimó 16 de agosto de 1939



Madrid, 16 de Agosto de 1.939


Queridas amigas: Heme aquí de nuevo vivito y coleando y extirpada ya de mi cuerpo la gruesa capa de hollín que le cubría a la llegada a ésta, después del largo y demoledor viaje en una de esas especies de tortugas andantes por cuyas ventanillas entra a todas horas un humo nada limpio ni higiénico.

El tren para Zaragoza llegó a Manresa bastante retrasado y muy lleno de personas y bultos, lo que ocasionó que tuviese que ir hasta Lérida de pie y a partir de esta ciudad muy prensado entre dos obesas señoras y sin pegar un ojo. Pero en Zaragoza donde pasé varias horas tuve tiempo de descansar y aún de pasearme durante buen rato por la capital, que aunque muy antigua tiene modernas calles y edificios en el centro y además le da muy buen aspecto el rio Ebro, que pasa por el interior y lame los pies del templo del Pilar.

Desde esta ciudad a Madrid, el viaje se efectuó en mejores condiciones ya que lo hice en vagón de primera, aunque a pesar de ese lujo no carecía de esos insectos que tanto abundan por aquí en verano.

Llegué a Madrid puntualmente para ir a arreglarme un poco y llegar a la hora a la oficina con que no tuvieron que decirme ni una palabra. Además, durante el camino no encontré nadie que pusiese el más mínimo inconveniente el pasaporte que llevaba con lo que me convencí que la “simpática” taquillera de Sabadell es la única que a todo encuentra peros.

Y tú Teresa, ¿ guardaste buena impresión de la visita a Navarcles? Espero que sí y a ver si vuelves a visitarlos otro día.

Por hoy nada más que recuerdos a todos y no preocuparse.

Adiós

lunes, 18 de marzo de 2013

Florenci Mimó 17 de julio de 1939



Madrid, 17 Julio 1939

Año de la Victoria


A Teresa y Francesca:



Inapreciables amigas: He tardado un poco a comunicaros mi nueva dirección, de la que sin embargo os supongo ya enteradas, porque esperaban me remitiesen alguna carta vuestra desde Leganés, pero como casi todo el mundo se ha marchado de allí, creo las habrán devuelto todas.

Teresa, debo expresarte ante todo mis grandes deseos de que puedan realizarse pronto vuestros proyectos con Luís. Experimenté mucha alegría cuando Antonieta me comunicó que habías encontrado una solución adecuada para uniros. ¡Qué la dicha más completa corone vuestras esperanzas!

Yo he tenido mucha suerte de poder entrar en estas oficinas del Metro donde estoy como pez en el agua. Bien es verdad que al revés de lo malo a lo bueno nos acostumbramos pronto y ya casi no me acuerdo de aquella vida absurda y mecánica que es la vida de cuartel; acostarte, comer, levantarte, andar … Y hasta casi pensar al son de una trompeta; las constantes formaciones y el invariable marcar el paso, y tantas otras pequeñeces que son pesadas de soportar.

¡Qué alegría eso de que te despierte un rayo de sol, teniendo tiempo de desperezarte o libertad de levantarte antes si viene de gusto o no tienes sueño! Comer como persona en buena mesa y plato individual, y con derecho a echar una bronca al cocinero si la comida es sosa o salada.

Y luego a la salida de la oficina, cuando todo el mundo pasea, retratada en el rostro la satisfacción del trabajo cumplido, es magnífico andar por las calles anchas y transitadas, siempre con nuevos detalles agradables a contemplar.

Excepto los alrededores que fueron destruidos por la guerra todo me gusta de Madrid.

Ayer fuimos con otro muchacho a dar una vuelta por las fortificaciones de la Ciudad Universitaria: aquellos parajes que fueron reino de la muerte, todavía sembrados de alambradas, trincheras y desolación, se ven ahora llenos de bares ambulantes y puestos de helados, con infinidad de gente paseando, y amorosas parejas que se cuentan sus secretos a la sombra de los parapetos.

Recibid el cordial afecto de vuestro amigo

Florencio.

viernes, 15 de marzo de 2013

Florenci Mimó 29 de junio de 1939



Leganés, 29 Junio 1939

A Francesca y Teresa Lladós

Sabadell


Inolvidables amigas: Por fin he dejado atrás la ciudad de Vitoria, la de las constantes lluvias y fríos y dónde ningún atractivo supe descubrir durante toda mi estancia.

Después de un constante ajetreo sufrido durante 24 horas, y en cuyo transcurso desfilaron ante nuestros ojos una infinidad de paisajes y ciudades de la vieja Castilla, se abrió a nuestra vista el resplandeciente cielo de Madrid que ha sido testigo por largo tiempo de cruentas luchas.

Sin embargo nuestro destino no tenía que ser la misma capital como hubiere sido el común deseo y fuimos a parar a este pueblecito que aunque no está separado de Madrid más que por unos pocos kms. parece por su aspecto que esté construido en el más abrupto rincón de España. Y no obstante estoy muy contento de mi traslado por la mayor libertad que aquí se respira y ventajas generales de que gozamos.

El pasado domingo fui a pasarlo entero a la vecina urbe que ya estaba ansioso de poder contemplar con mis propios ojos después de tanto oírla nombrar.

Causome muy buena impresión su aspecto general, aunque no resulta nada excesivamente extraordinario después de haber visto Barcelona. Y todos los catalanes -será por nuestro orgullo que nos hace ver mejores nuestras cosas- coincidimos en afirmar que era superior la última a la primera.

Ya comprenderéis, pero, la ilusión que me hizo poder contemplar en la realidad los monumentos, edificios y avenidas que tantas veces había visto fotografiadas y oído comentar y más con ocasión de la guerra. Aquella Cibeles tapada, ahora ya a la luz del día, la populosa Puerta del Sol con un constante movimiento de gente y vehículos, la calle de Alcalá y la Castellana … Este es el Madrid de siempre, el castizo y con aires de gran capital europea. Luego hay el otro, el que más ha sufrido las consecuencias bélicas y con los barrios extremos dónde se estabilizó el frente y de los cuales he visto hasta ahora la ciudad Universitaria, esqueleto ahora de un ex-grande edificio y los Carabancheles sólo comparables a las ruinas de Pompeya. Me estremeció el espectáculo de una familia reunida y comiendo en el piso de una casa cortada transversalmente cuyo aspecto era de una de esas casas de muñecas de las cuáles se ven los interiores.

Cómo podéis ver me paso una buena vida viajando de un sitio a otro y gozo además de una buena salud. ¿Podéis contarme también buenas nuevas vuestras?

¿Y de los ausentes? Con los cambios hace ya tiempo que no sé nada y además no es difícil que nos trasladen de nuevo.

Recibid mi cordial afecto.

Florencio

1º Regimiento de Ferrocarriles

4º Batallón – 1ª Compañía

Leganés (Madrid)


lunes, 11 de marzo de 2013

Florenci Mimó 8 de junio de 1939



Vitoria, 8 Junio 1939


Queridas amigas: Aprovecho para escribiros la oportunidad de que hoy es fiesta y reina mucho silencio por aquí, cosa generalmente desacostumbrada cuando estamos todos reunidos.

Teresa, comprendo la gran alegría que tuviste con las cartas de Luís; yo también me alegre grandemente al ver por el mismo que estaba bien y de verdad que satisface y anima el ver su optimismo rebosante que da confianza y aleja el pesar. Haces bien en confiar ya que así se hace más soportable la separación y además si podéis escribiros a menudo te parecerá que converses con él.

Me habría gustado acompañaros en vuestro viaje que no dudo fue interesante, recorrer con tranquilidad los parajes que fueron escenario de la guerra con todas sus tragedias; espero poder leer algún día las memorias escritas que de él guardáis y así poder hacerme cargo completo de vuestras peripecias.

Os deseo podáis aprovechar el buen tiempo que la primavera proporciona para recorrer los añorados parajes del Vallés, que no por conocidos dejan de presentar siempre nuevos atractivos y tengo muchas ganas de poderlos contemplar de nuevo junto a vosotros. Es verdad que por aquí vamos a hacer casi diariamente excursiones por los alrededores de la ciudad, que tienen su carácter especial y realmente no son feos. Grandes prados de un verde tierno, sembrados de infinidad de flores y unos hermosos árboles a cuya sombra da gusto sentarse en los intervalos de reposo que nos deja la instrucción. ¡Qué diferencia de las fatigosas marchas de guerra, bajo un sol abrumador y con las cantimploras vacías de agua, teniendo que acampar a lo mejor en un llano despoblado de árboles y lleno de polvo! La paz da a todo un aspecto más risueño y a la sombra de sus alas bienhechoras la gente ha reanudado sus quehaceres y los surcos del arado vuelven a dejar en la tierra rastros de

fecundidad.

Ahora a esperar, con la esperanza de que algún día volveremos a la vida normal, junto a los seres añorados y volverán los días felices de calma imperturbable.

Recibid, a través de estas letras mi afecto imperecedero.

Vuestro amigo,

Florencio.

viernes, 8 de marzo de 2013

Florenci Mimó 13 de mayo de 1939




Vitoria, 13-5-1939

Buenas amigas Teresa y Francisca: Pensareis que soy un olvidadizo y que no me acordaría ya más de contestaros, pero podéis estar seguras de que ha sido una pena para mí no poderlo hacer antes y ahora lo hago con verdadera alegría, ya en plena libertad de acción.
Vuestras cartas fueron para mí un gran consuelo en la vida monótona y aislada del campo donde eran estas las únicas alegrías que se recibían.
Ahora ya libre por fin, la vida tiene nuevos alicientes, aunque como mortales que somos nunca estamos contentos y siempre deseamos más de lo que tenemos; mi anhelo es ahora poder venir muy pronto, por lo menos con permiso de unos días y poder hablar de nuevo de las cosas que nos gustan.
En Santander pasé unos días muy buenos, libre completamente pudiendo visitar todo lo digno de interés de la capital Montañesa, como llaman de la provincia sus nativos. Conserva todavía algunos caracteres bastantes típicos y es frecuente ver por la calle pesadas carretas de bueyes y calzando sus madreñas las mujeres, que acostumbran también a ir montadas en sendos borricos por las más céntricas vías; las pescaderas vocean por las calles sus mercancías con plañideros gritos que parecen algunas veces fúnebre canto, especialmente por los alrededores del muelle donde la llegada de las barcas pesqueras es una abigarrada mezcla de compradores y vendedores.
Es muy atractiva la aristocrática playa y paseos del Sardinero, llenos de jardines cara al mar donde las horas transcurren veloces, contemplando el vaivén de las aguas restallando espumosas en la costa.
En Vitoria ya no hay tanto tiempo para dedicarse a la vida turística, pues no son muchas las horas que deja libres la vida del cuartel; sin embargo aquí tampoco hay muchas cosas a visitar, si no es contemplando los escaparates que van muy bien cuando menos para alegrar la vista, como tu Francesca dices.
¡Qué lástima, Francesca, que no puedas seguir por ahora tus estudios a los que con tanto afán te dedicabas! Yo siento también muchos deseos de estudiar algo para aprovechar el tiempo y en cuanto pueda venir voy a llevarme algunos libros.
¿Y tú, Teresa, tampoco debes poderte dedicar a tus queridos niños? Contadme vuestras ocupaciones en la próxima pues tengo grandes deseos de saber de vuestra vida.
Ojala podamos tener bien pronto noticias de Luis y de Mª Mercedes, a la que ya escribí, y si las tenéis primero vosotras ya me las comunicareis.
Teresa, guardo como una reliquia el libro que me prestaste y si no me suceden nuevos percances confío podértelo devolver sano y salvo, que su propietaria ya debe haber perdido las esperanzas de recobrarlo.
Esperando con impaciencia la vuestra se despide por hoy vuestro incondicional amigo.

Florencio.


Vitoria, 13-5-1939
Batallón de Montaña
Flandes nº 5 – Agrup. del 41
7º Cia. Vitoria
(Álava)

lunes, 4 de marzo de 2013

Florenci Mimó 13 de enero de 1939




Montserrat, 13 Enero 1939
Querida Francesca: tu carta animada y optimista ha venido a apartar unos momentos la monotonía de mi vida de hospitalizado que se reduce a las mismas vulgaridades de cada día. Debido al gran número de hospitalizados que llegan continuamente, se han visto obligados a aprovechar todas las salas para poner camas y seguramente que también destinarán el local donde hacían las representaciones teatrales para este objetivo; por este motivo ya hace una serie de días que no nos obsequian con espectáculos.
Y, ¡mira qué lástima! Ahora que han quitado las guardias y podría circular libremente por estos tentadores parajes, las órdenes rigurosas del doctor me obligan a estar recluido como el más penitente de los anacoretas, sin poder ir a la búsqueda de bellos puntos de vista; un par de veces que he intentado hacer alguna inocente escapatoria por la soleada plaza, el voluminoso y pesado cuerpo del “matasanos “ apareciendo por sorpresa me ha obligado a camuflarme deprisa en cualquier portal o rincón. Actualmente es muy peligroso desacatar las órdenes que nos dan.
Pero no creas que me quejo de mi actual situación ni que deseo que mi suerte cambie. Cuando pienso las terribles penalidades que me he ahorrado estando alejado del frente esta temporada, bendigo mi fortuna.
Mensajeros del frente han venido a traerme deplorables noticias. Unos compañeros de mi compañía recientemente llegados a este hospital. División a la que pertenecía entrada ya en combate ha sufrido un terrible quebranto, siendo muy doloroso saber que muchos de los compañeros con los cuales había convivido tantas horas amargas han dejado ya de existir o están heridos o prisioneros. La primera compañía a la que pertenecían Prunés y otros Sabadellenses han quedado totalmente copadas por el enemigo; afortunadamente los dos compañeros de Sabadell con quienes siempre íbamos juntos no han sufrido hasta ahora ninguna desgracia. Es desesperante leer cada día en el comunicado oficial de guerra que nuevos pueblos de nuestra bella Cataluña van cayendo con el sacrificio inútil de tantas vidas bajo el peso de la invasión. Si no has visto ninguna población que haya sufrido de lleno los horrores de la guerra no puedes imaginarte el espectáculo desolador que presentan; si siguen apoderándose por la fuerza brutal de nuestra amada región,  ésta quedará arrasada como el paso destructor de los bárbaros de Atila.
Pero he hecho mal en contarte cosas tan dolorosas que puede ser te hayan puesto pesimista; pero estaba todavía bajo la influencia de las recientes noticias, y te lo he dicho impulsivamente, pareciendo que el corazón se ensanchaba un poco pudiendo contar los pesares a una persona que te comprenda y aprecie.
Y venciendo el pesimismo hay que esperanzarse, pensar que una tragedia tan grande no puede alargarse más y que una aurora brillante de paz y bienestar se aproxima para compensarnos de las muchas penalidades que hemos sufrido; que podremos de nuevo vernos todos juntos y reunidos, disfrutando de la alegría de vivir.
Que placenteras debían resultarte las vacaciones al lado del mar con la alegría de un examen satisfactorio y con nuevos ímpetus para recomenzar la vida estudiantil. Ahora bien, con la movilización de tantas nuevas quintas casi no deben quedar profesores...
Me has hecho anhelar con tu acertada y vibrante descripción del mar, nuestro azul e inigualable mar Mediterráneo; es cierto que como la montaña no hay nada, ya que a cada momento presentan nuevas sorpresas y atractivos, pero el mar, con su eterna y amorosa canción invita a balancearse plácidamente sobre sus deslizantes olas y abandonarse al reposo y a la meditación.
Mi salud sigue inmejorablemente en esta montaña donde el clima es también tan sano y confío que pronto bajará el rigor de las órdenes del médico y podré ir a hacer exploraciones por estos lugares.
Espero con impaciencia la carta de Teresa ya que me ha hecho tener curiosidad con vuestra insinuación: “la solución mañana”. ¡Paciencia!...
Muchos y afectuosos recuerdos a todos tus familiares y tu recibe un cordial saludo del amigo
F. Mimó

viernes, 1 de marzo de 2013

Florenci Mimó 26 de diciembre de 1938



Montserrat, 26-12-1938

A Francisca Lladós

Querida amiga: Ayer me fue transmitida desde Ribes tu carta del día nueve, que con su placentera lectura me proporcionó un rato agradabilísimo e hizo resurgir el vívido recuerdo de aquel día feliz que pasé en vuestra compañía.
Como puedes ver no ha podido cumplirse tu deseo de que mi estancia en aquellos parajes encantadores fuera larga, pero por suerte el cambio de aguas no ha sido inconveniente porque sigo mejorando y conservando el hambre. En cuanto a las bellezas del paisaje, aunque de una naturaleza completamente diferente no dejan de ser también de gran magnificiencia. Desde estas fantásticas cimas se disfruta de un espléndido panorama, con una larga cadena de montañas y un inmenso llano sembrado de pueblecitos y verdor y regado por el industrial río Llobregat. Días atrás que no había tanta guardia fui a dar una vuelta por un jardín de aspecto austero que hay detrás del monasterio, causaba una gran sensación de bienestar y placidez recorrer las largas avenidas bordeadas de cipreses e interrumpidas de vez en cuando por estatuas de mármol y alguna fuente de piedra que entonaba la rítmica canción del agua. Al llegar al extremo del jardín una visión maravillosa se abrió delante de mis ojos: bajo mis pies una alborotada mar de nubes de las que emergían algunos picos de roca parecidos a solitarios islotes y en el fondo y destacándose del transparente azulado del espacio, surgía la blancura rosada del Pirineo en una larga extensión. Pero no se puede describir ni hacer comprender con palabras una visión que casi parecía de ensueño.
Me alegro que el susto que os dieron en vuestro viaje de vuelta no tuviera más consecuencias desagradables. Verdaderamente, después de la carrera que tuvisteis que hacer para coger el tren habría sido lamentable que os hubieran dejado abandonadas en cualquier rincón de la provincia de Gerona, como náufragas en medio del océano y sin más recursos de locomoción que vuestras piernas. Afortunadamente veo que todo fue bien y que os ahorrasteis el tener que caminar.
Deseo que hayas celebrado los temidos exámenes con tanto éxito como es de
confiar y que disfrutes ya de unas vacaciones bien ganadas.
Recibe mi mas afectuoso saludo
Florenci Maimó

A Teresa Lladós.

Apreciada Teresa: Te agradezco mucho tus líneas y os felicito por el buen éxito del retorno. No puedo contarte gran cosa de mi vida actual pues ya lo leerás en la carta que dirijo a Francesca. No obstante tengo la satisfacción de poderte decir que estoy cada vez mejor y más animado.
Ayer tuve la satisfacción de poder pasar un buen día de Navidad, acompañado de mi madre y hermana Antonieta. ¡Nunca habría podido esperar pasarlo tan bien en las circunstancias actuales...!
Mª Mercê ya me informó de la liberación de Lluís que me causó una inmensa alegría y gozo y le reescribí enseguida dándole la enhorabuena.
Estuve muy agradecido de vuestras amables y esplendidas ofrendas, pero os ruego no os molestéis más sacrificándoos por mí. Gracias por todo.
Recuerdos a tus padres y a Carmen.
Con afecto
Florencio

lunes, 25 de febrero de 2013

Florenci Mimó 19 de diciembre de 1938



Montserrat, 19.12.1938


Querida amiga Francisca: Hace ya una semana que abandoné mi residencia del plácido valle de Ribes, para ser trasladado a la famosa y popular montaña de Montserrat que tiene también sus atractivos y belleza, aunque no dispongo de tanta libertad para disfrutar de ella.
No suponía el día que tuve la alegría de vuestra grata visita que mientras os mostraba la magnificiencia del pirenaico rincón, que tan pronto tendría que abandonar aquellos parajes donde pasé tan buenos días.
Que placer fue vuestra visita tan inesperada y que tan buen recuerdo me dejó... ¡no puedes imaginar la alegría que tuve! Supongo que a vosotras debía transcurriros el resto del viaje sin accidentes desagradables.
Aquí en Montserrat las horas se me pasan más lentamente, ya que hay montadas unas numerosas guardias que nos impiden salir del recinto hospitalario, que aún siendo grande no deja de tener sus límites y nos produce el efecto de estar enjaulados. Además hay generalmente una densísima niebla baja que produce una baja y húmeda temperatura, que nos obliga a quedarnos en las habitaciones. Todas estas circunstancias me impiden dedicarme a mi ocupación preferida, el dibujo, que no puedo compensar tampoco con la lectura, pues es muy deficiente el servicio de biblioteca de este hospital. Menos mal que cada jueves y domingo hacen una representación teatral especialmente para nosotros, y al menos estos días los pasamos distraídamente y agradable.

Expresa mi afecto a Teresa y Carmen y tú recíbelo muy sincero de


F. Mimó


Montserrat, 19 de Diciembre de 1938


viernes, 22 de febrero de 2013

Florencio Mimó 26 de noviembre 1938



Aguas de Ribes, 26 Noviembre 1938


Amiga Francisca: Creo que ya debes estar informada de mi estancia en el hospital de Ribes, donde por suerte estoy solamente a  causa de una muy leve dolencia en las piernas.

Aunque mi vida en el frente no ha sido hasta ahora muy dura en comparación con la de otros soldados, me parece un sueño ideal poder vivir lejos del ruido aborrecedor de la metralla y sin tener que contemplar el vuelo de los pájaros destructores, durmiendo en una cama bien cómoda y servido amablemente a todas horas.

Además, este es un bellísimo paraje cubierto de prados verdísimos regados por el agua cristalina de juguetones riachuelos, donde abrevan los rebaños que pastan pacíficamente en la hierba tierna. Destacándose sobre la típica población de Ribes se ve la famosa montaña de Nuria y el rumoroso río Freser que atravesando el pueblo baña los pies de las casas y acaba haciendo atractivo el paisaje. Me parece que tanto a ti como a Teresa, tan amantes del excursionismo, os gustaría mucho este rincón de Cataluña. Muchas mañanas en que las montañas lejanas aparecen cubiertas de una tupida capa de nieve pienso como disfrutaríamos si pudiésemos ir a tirar bolas de nieve como el año anterior en Sabadell. Por cierto que así no haría falta entretenernos en buscar donde hay más espesor.

Confío que si me escribes seguirás contándome las actividades de la Federación que no dudo continuaran con éxito.

Deseo también que progreses fuerte en tus estudios en el Instituto Obrero, que deben ser muy interesantes.

Si es que me has enviado alguna otra carta a la antigua dirección de la compañía, creo que mis compañeros ya me la reenviarán aquí. Ya te lo diré si es el caso.

Mientras espero con impaciencia nuevas tuyas, recibe un cordial apretón de manos de


Florencio Mimó

lunes, 18 de febrero de 2013

Florenció Mimó 27 de octubre de 1938




A Francesca Lladós

Sabadell


Querida amiga:

Me ha producido gran satisfacción el saber que la F.A.E.E.P. Va continuando hacia adelante su camino, a pesar de los obstáculos que ha tenido que vencer para llegar a su completa formación y legalización. Actualmente, los que más debéis dar a conocer al exterior el nombre de la entidad debéis ser el equipo femenino de baloncesto, ya que he visto que celebrabais algunos festivales. Una de las cosas en que más me interesaría colaborar cuando sea posible son la sección teatral y el Boletín; especialmente este último me hace mucha ilusión y creo que cuando podamos contribuir todos los asociados podrá resultar una cosa magnifica, representante digno de nuestras aspiraciones. La más sincera y admirativa enhorabuena a todos los que con vuestro esfuerzo habéis contribuido a elevar la Federación al nivel en que se encuentra actualmente y os deseo ánimos para poder seguir hacia adelante con el mismo éxito hasta que podamos volver todos a aportaros nuestra modesta colaboración,

He encontrado acertadísimo y de muy buen gusto el sello de la F.A.E.E.P., el cual resulta muy atractivo a pesar de su sencillez. Me ha sorprendido dolorosamente la nueva de la muerte de su autor Josep Ribas, el cual aunque no lo tenía tratado me hacia el efecto de ser un chico excelente e inmejorable compañero.

Uno de los pocos sabadellenses conocidos a quien veo a menudo por aquí es Prunés, que como ya sabes era también uno de los más entusiastas organizadores de la entonces naciente Federación. Supongo que a pesar del alejamiento no debe haberos tampoco olvidado.

¿Y el excursionismo, sigues practicándolo? Me he acordado muchas veces de aquella placentera excursión que hicimos a la añorada montaña de Sant Llorens! Pasamos un día muy agradable, trepando por los escarpados caminitos y vaciando de piñas un inocente pino, que ninguna culpa tenía! ¿Te acuerdas? Luego la bajada a toda prisa cuando nos dimos cuenta que el sol estaba muy bajo, y la marcha errante bajo las estrellas, a la deriva ya y con la perspectiva de tener que pasar la noche en plena montaña. Y finalmente el provindencial encuentro del autobús oportuno que nos ahorro una larga caminata... ¡qué agradable resulta ahora el recuerdo!. Tengo unas ganas terribles de que se acabe la guerra para poder volver a aquellos tiempos venturosos y volver hacer bellas excursiones.

Saluda de parte mía a Teresa y a tus padres y tú recibe un cordial y firme apretón de manos del amigo.


F. Mimó


En campaña, 27 de Octubre de 1938.