Vitoria, 8 Junio
1939
Queridas
amigas: Aprovecho para escribiros la oportunidad de que hoy es fiesta
y reina mucho silencio por aquí, cosa generalmente desacostumbrada
cuando estamos todos reunidos.
Teresa,
comprendo la gran alegría que tuviste con las cartas de Luís; yo
también me alegre grandemente al ver por el mismo que estaba bien y
de verdad que satisface y anima el ver su optimismo rebosante que da
confianza y aleja el pesar. Haces bien en confiar ya que así se hace
más soportable la separación y además si podéis escribiros a
menudo te parecerá que converses con él.
Me habría
gustado acompañaros en vuestro viaje que no dudo fue interesante,
recorrer con tranquilidad los parajes que fueron escenario de la
guerra con todas sus tragedias; espero poder leer algún día las
memorias escritas que de él guardáis y así poder hacerme cargo
completo de vuestras peripecias.
Os deseo
podáis aprovechar el buen tiempo que la primavera proporciona para
recorrer los añorados parajes del Vallés, que no por conocidos
dejan de presentar siempre nuevos atractivos y tengo muchas ganas de
poderlos contemplar de nuevo junto a vosotros. Es verdad que por aquí
vamos a hacer casi diariamente excursiones por los alrededores de la
ciudad, que tienen su carácter especial y realmente no son feos.
Grandes prados de un verde tierno, sembrados de infinidad de flores
y unos hermosos árboles a cuya sombra da gusto sentarse en los
intervalos de reposo que nos deja la instrucción. ¡Qué diferencia
de las fatigosas marchas de guerra, bajo un sol abrumador y con las
cantimploras vacías de agua, teniendo que acampar a lo mejor en un
llano despoblado de árboles y lleno de polvo! La paz da a todo un
aspecto más risueño y a la sombra de sus alas bienhechoras la gente
ha reanudado sus quehaceres y los surcos del arado vuelven a dejar en
la tierra rastros de
fecundidad.
Ahora a
esperar, con la esperanza de que algún día volveremos a la vida
normal, junto a los seres añorados y volverán los días felices de
calma imperturbable.
Recibid, a
través de estas letras mi afecto imperecedero.
Vuestro
amigo,
Florencio.
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