viernes, 15 de marzo de 2013

Florenci Mimó 29 de junio de 1939



Leganés, 29 Junio 1939

A Francesca y Teresa Lladós

Sabadell


Inolvidables amigas: Por fin he dejado atrás la ciudad de Vitoria, la de las constantes lluvias y fríos y dónde ningún atractivo supe descubrir durante toda mi estancia.

Después de un constante ajetreo sufrido durante 24 horas, y en cuyo transcurso desfilaron ante nuestros ojos una infinidad de paisajes y ciudades de la vieja Castilla, se abrió a nuestra vista el resplandeciente cielo de Madrid que ha sido testigo por largo tiempo de cruentas luchas.

Sin embargo nuestro destino no tenía que ser la misma capital como hubiere sido el común deseo y fuimos a parar a este pueblecito que aunque no está separado de Madrid más que por unos pocos kms. parece por su aspecto que esté construido en el más abrupto rincón de España. Y no obstante estoy muy contento de mi traslado por la mayor libertad que aquí se respira y ventajas generales de que gozamos.

El pasado domingo fui a pasarlo entero a la vecina urbe que ya estaba ansioso de poder contemplar con mis propios ojos después de tanto oírla nombrar.

Causome muy buena impresión su aspecto general, aunque no resulta nada excesivamente extraordinario después de haber visto Barcelona. Y todos los catalanes -será por nuestro orgullo que nos hace ver mejores nuestras cosas- coincidimos en afirmar que era superior la última a la primera.

Ya comprenderéis, pero, la ilusión que me hizo poder contemplar en la realidad los monumentos, edificios y avenidas que tantas veces había visto fotografiadas y oído comentar y más con ocasión de la guerra. Aquella Cibeles tapada, ahora ya a la luz del día, la populosa Puerta del Sol con un constante movimiento de gente y vehículos, la calle de Alcalá y la Castellana … Este es el Madrid de siempre, el castizo y con aires de gran capital europea. Luego hay el otro, el que más ha sufrido las consecuencias bélicas y con los barrios extremos dónde se estabilizó el frente y de los cuales he visto hasta ahora la ciudad Universitaria, esqueleto ahora de un ex-grande edificio y los Carabancheles sólo comparables a las ruinas de Pompeya. Me estremeció el espectáculo de una familia reunida y comiendo en el piso de una casa cortada transversalmente cuyo aspecto era de una de esas casas de muñecas de las cuáles se ven los interiores.

Cómo podéis ver me paso una buena vida viajando de un sitio a otro y gozo además de una buena salud. ¿Podéis contarme también buenas nuevas vuestras?

¿Y de los ausentes? Con los cambios hace ya tiempo que no sé nada y además no es difícil que nos trasladen de nuevo.

Recibid mi cordial afecto.

Florencio

1º Regimiento de Ferrocarriles

4º Batallón – 1ª Compañía

Leganés (Madrid)


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