martes, 23 de septiembre de 2014

Finalización

Hemos acabado de publicar todo el material del que disponemos. Esperamos que estas cartas sirvan de utilidad tanto a profesionales como a aficionados para el estudio de éste período tan convulso de nuestra historia.

Si están interesados en ampliar la información contenida en el conjunto de cartas pueden hacerlo en el blog Cartes a Francesca 1938-1943, donde encontrarán un exhaustivo estudio realizado por Rafael Camps, con fotografías y biografías de los protagonistas. 



Cartillas de escolaridad de la Escola Industrial i d'Arts i Oficis de Sabadell 1934-35









Acampada


Concurso Instituto Obrero de Segunda Enseñanza






















Documento de Andreu Castells "In memoriam"

 




EN ESTE SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA INAUGURACIÓN DEL INSTITUTO OBRERO LOS QUE FUIMOS SUS ALUMNOS SENTIMOS LA AÑORANZA POR LOS COMPAÑEROS CAÍDOS.
PLASMAMOS NUESTRO SENTIMIENTO EN ESTE MODESTO MEMORIAL Y LO OFRECEMOS A LOS QUE TODAVÍA LLORAN AL HIJO O AL HERMANO.... COMO NOSOTROS LLORAMOS AL AMIGO.
Sabadell, 1 de Noviembre del 1939

Acaba de extinguirse el último eco de la guerra.

Los insectos construyen de nuevo sus nidos y el sol de la paz quiere volver a lucir su vestido de oro, mientras la tierra se estremece todavía por el tronar de los cañones.

¡Oh, Guerra! ¡Cuántas ilusiones has ahogado entre tus garras! Hoy, viejos antes de comenzar a vivir, vemos cual ha sido tu obra. Todas nuestras esperanzas, nuestros más preciados sueños, los ha engullido fríamente este monstruo llamado Guerra.

Siete amigos teníamos; de ellos, ¿qué queda? Siete humildes tumbas alejadas, tal vez ignoradas, que no podrán ser regadas por nuestras lágrimas, ni un ramo de flores les dejará su perfume. Solamente podemos besar piadosamente la tierra, porque ella, amorosa, los ha acogido en su pecho.

Todavía vibra en nosotros el eco de sus voces, y de sus cantarinas risas. Su recuerdo, resplandeciente, preside todos nuestros pensamientos impregnándolos de una melancolía infinita.

No retorna aquella alegría desbordante de entonces a nuestros ojos, donde la sombra de la tristeza impide la magnanimidad de nuestra alma soñadora.

¡Siete amigos teníamos! Ellos han alcanzado la palma del heroísmo más vivo; han caminado por los senderos más espinosos de la vida, dejando regueros de su sangre, que han pasado por nuestros corazones dejándolos despedazados.

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Fue en otro primero de noviembre. La ilusión jugaba en nuestros ojos. Todo respiraba unas enormes ganas de vivir. Intensa alegría resplandecía en nuestras risas.

Allí intimamos; pudimos apreciar el verdadero valor de la palabra amistad. Entretanto, los días, huidizos, se deslizaban con ritmo frenético.

La guerra continuaba su obra de destrucción. Implacable, tuvo necesidad de unos muchachos, y entre muchos otros, contaron con nuestros amigos.
Se marcharon: unos animados por alentadoras esperanzas engendradas por la inexperiencia, otros, con una visión más clara de la realidad temían partir. Pero todos se alejaban mientras sus ojos brillaban enigmáticos temblando en ellos contenidas lágrimas.

Más días... Los árboles se embellecieron, los capullos perdieron su timidez y los pájaros formaron sus nidos.

El tiempo, inexorable, seguía su camino. ¿Dónde estaban nuestros amigos? Los sabíamos en constante peligro. Un día, la angustia de la espera arraigó en nosotros. Preguntábamos al viento ¿por qué no nos escriben? ¿Por qué? decíamos mirando las nieblas. Y ellas, insensibles, huían sonrientes mientras el eco respondía: ¿por qué?

Y tuvimos conciencia de que no existía el presente; cada momento pasaba rápido y pertenecía ya al pasado. Queríamos detener el tiempo, nuestros pasos que nos lo señalaba, la vida toda que lo demostraba; queríamos cerrar los capullos, queríamos... no saber nada, porque adivinábamos nuestra mala suerte.

¡Oh, qué sarcasmo! La naturaleza lucía sus más hermosas galas mientras la guerra sacrificaba vidas y más vidas a la ambición!

¡Nuestros amigos! Fueron siete sonrisas marchitadas antes de nacer, siete capullos rasgados antes de florecer, siete esperanzas que no pudieron realizarse.


Ahora, todavía con la fiebre del desconsuelo los buscamos por la inmensidad de la realidad y los encontramos en los vericuetos del recuerdo. Sus imágenes, claras y precisas nos sonríen esperanzadoras: “no nos lloréis”, dicen, pero nosotros, inconscientes a sus voces dejamos que crezcan los surcos en nuestras amarillentas mejillas, porque, compañeros caídos, no lloramos porque abandonasteis la tierra, lloramos... lloramos porque nosotros no os pudimos acompañar.



lunes, 18 de agosto de 2014

Francesc Raspall 11 de Julio de 1940

 

 
 
HOSPITAL MILITAR
IRALABARRI
BILBAO 11 de Julio de 1.940
Srta. Francesca Lladós Castellet
S A B A D E L L . –
Querida amiga Francesca: recibí la tuya, a su debido tiempo; mi intención era contestarte más pronto. No lo he hecho, y tengo mis razones para hacerlo. Amiga, he sido licenciado; me han concedido la prórroga que había pedido, por hijo de padre septuagenario. No sé con seguridad que día iré por ahí. Lo que puedo asegurarte, es que será dentro de éste mes.
Como ves, la suerte no me abandona, a pesar de todo. Seguramente hay mucha parte de razón, en la máxima que dice; “la suerte no es de quien la busca, sino del que la encuentra”.
El principal motivo de la presente, ha sido decirte lo de la licencia. Lo mucho que tengo para contarte de por aquí, te lo contaré cuando llegue.
Bien, de momento nada más. Recibe junto a mi aprecio, el más ferviente recuerdo de tu amigo, que te recuerda
Francisco
P.D.- Saluda de mi parte a tus hermanas y demás familia.








viernes, 15 de agosto de 2014

Francesc Raspall 17 de Mayo de 1940




 
 
HOSPITAL MILITAR
BILBAO 17 de Mayo 1940
A Francesca Lladós Castellet
S a b a d e l l .
Querida amiga: He recibido la tuya del 12 del corriente, y me propongo contestarla.
Recuerda que un día, y en una de mis cartas, te decía que no te preocuparas por contestarme, pues me hago cargo del trabajo que tienes; hoy te lo repito, no hace falta que te excuses, pues creo que si no contestas más pronto, es debido a que no te queda tiempo para hacerlo, así pues, entendidos.
Por aquí no hay nada nuevo, todo más o menos sigue igual. El pasado domingo, no, digo mal, el pasado jueves, fui a la Plaza de Toros de Vista Alegre a presenciar una novillada. No sé si te interesan las corridas de toros; por mi parte te diré que todo el arte, y todo el salero que muchos le encuentran, yo no lo sé ver. Dicen que es una cosa españolísima…. y me pregunto al presenciar uno de estos espectáculos, si es que estamos en el siglo XX, o a mediados de la edad de piedra. Al leer tantos aspavientos, quizás pensarás ¿entonces para que fuiste?... Para perder el tiempo; muchos días al acabar el trabajo de la oficina, me encuentro que no sé qué hacer, ni a donde ir y el pasado jueves fue uno de estos días.
No hace muchos días que en el Teatro Arriaga, (esto no sé si ya te lo he dicho en mi anterior carta) estrenaron “Mari-Eli”; una comedia lírica de costumbres vascas. El libreto es de Carlos Arniches y Eloy Garay. “Mari-Eli”, es la eterna mujer que se ve sometida al fuego de un amor sincero, aunque la previsión familiar la encamine hacia otro amor. Y como ya es sabido que contra el amor no hay obstáculos ni razonamientos, la chica acaba por seguir el camino que le señala el destino, no sin que antes ocurran unos cuantos episodios que permiten descubrir la grandeza de alma de un fraternal amigo del novio verdadero de la chica. Es precisamente con éste amigo con el que quieren casar a la “Mari-Eli”. Al final todo se arregla, y todos quedan contentos.
Como ves, la comedia no tiene excesivas complicaciones, aunque la fantasía inagotable de Carlos Arniches haya introducido un episodio dramático, basado en el naufragio de un pescador, -un rival salva al otro rival-. El ambiente vasco, pues la obra acontece en un pueblecito de la costa vasca, ha permitido al maestro Guridi, hombre conocedor de las costumbres de su tierra, compaginar una partitura muy adecuada a sus cualidades de compositor. El público hizo repetir casi todos los números, que fueron premiados con largos aplausos. Matilde Vázquez canta admirablemente su papel “Mari-Eli”, que por cierto esta preñado de dificultades considerables. Pere Terol (“Teles”), se ve sometido a una dura prueba, de la que sale victorioso, a base de facultades. Guzmán –el tenor- canta el papel de “José Mari”, con absoluta fortuna, y los demás se deshacen con bastante acierto de sus respectivos papeles. Resultado: Una magnifica velada, que dejó un buen recuerdo en Bilbao.
Bien amiga, no continuo más haciendo de “cronista barato” y de “latoso”, pues creo que ya debes estar cansada de leer necedades.
Una pequeña observación a tu carta. Quizás me juzgues demasiado favorablemente, cuando hablas de mi voluntad y constancia (…)
No des a éste último párrafo, una interpretación inadecuada; me dolería.
Me hablas de las sardanas. Yo aunque no las había bailado casi nunca, a pesar de que sé (¿quién siendo catalán, y catalán de corazón, no sabe bailar nuestra danza?...) al sentir, desde esta tierra lejana el trino de la tenora (por radio) se me llena el corazón de alegría y un recuerdo, un recuerdo sonriente, se hace dueño y señor de nuestro pensamiento, que se complace en recordar nuestra tierra. Siguiendo palmo a palmo a nuestra ciudad, recordar una por una a todas las personas que nos interesan, y maldecir también, uno por uno, a todos los que la desprecian… Tú lo sabes, como yo, como muchos…
“La sardana es la danza más hermosa de todas las danzas que se hacen y deshacen…”
Bien amiga, ahora sí que no continuo más, recibe el aprecio ferviente de tu alejado amigo, que no te olvida
Francesc Raspall
P.D. Como siempre, recuerdos a tu familia y demás amigos.


lunes, 11 de agosto de 2014

Francesc Raspall 2 de Mayo de 1940

 

 
 
HOSPITAL MILITAR DE
IRALABARRI
BILBAO
A 2 de Mayo de 1940
Srta. FRANCESCA LLADÓS CASTELLET
S a b a d e l l . –

Querida amiga: He recibido la tuya del pasado 28 de Abril, y me propongo contestarte.
De la misma manera que a ti, me sorprendió también a mí, tu carta. Creía (y al expresarme así, te ruego que me perdones) encontrar en ella un regusto a resentimiento, pero me he convencido, que si yo sigo siendo Raspall, aquel que siempre se te ha mostrado, tal como es, tú continuas siendo la FRANCESCA de siempre, la que tuve la suerte de conocer en un tiempo algo lejano. Como te dije anteriormente, repito; no por mí interrumpas la marcha de los acontecimientos; no por mí tengas el espíritu apesadumbrado, ya que nada podemos hacer los mortales contra el predeterminado destino de las personas…. Así pues, no te obsesiones, y a vivir, y disfrutar de la vida mientras puedas ya que desgraciadamente, los momentos tristes y angustiosos, son muchos más que los momentos buenos.
¿Dices que si te guardo rencor? Amiga mía, en el corazón de un ferviente enamorado, lleno de un sentimiento tan elevado, la mezquindad del rencor, no tiene cabida. Si me pidieras la vista, la daría por ti y me sentiría feliz… pero hablemos de otras cosas.
Dices que por unos momentos, te imaginas lo que representa ver por la ventanilla de un tren, cómo allá lejos se van perdiendo en la infinidad del espacio, los edificios de muestro pueblo… Yo solo puedo decirte, que aparte de unos momentos, que me callaré, el dejar Sabadell, el dejar Cataluña, es lo que más me impresiona… Una vez más comprendo, que hay mucha parte de verdad en aquella canción…
Dulce Cataluña, Patria de mi corazón
quien de ti se aleja, de añoranza muere…
No me extraña lo que me dices, de cómo se divierte la gente. Para nuestra desgracia, vivimos unos momentos bastante críticos, durante el transcurso de los cuales se ha de seguir la corriente, con la esperanza de que a no tardar se normalizará la situación, y entonces, quien sabe lo que puede ocurrir; mientras tanto, paciencia y esperanza…
De Bilbao, poca cosa que contarte que no sea repetirte lo que ya te he dicho. Ayer miércoles fui al teatro Arriaga, al estreno de la zarzuela de costumbres vascas, del maestro Guridi (vasco) llamada “Mary Ely”, interpretada con mucho acierto, por Pere Terol y Matilde Vázquez; la música es de una sensibilidad maravillosa y de una expresión decantada a lo sublime; el diálogo, es una exaltación constante de las costumbres de la gente del mar, de las regiones del Norte. En conjunto, una buena velada.
También por aquí las diversiones se ven concurridas, y dentro de lo que nos permite nuestra condición de “caloyos”, nosotros también procuramos pasarlo lo mejor posible, ya que actualmente estamos en periodo parasitario, que aunque nos aumenta la edad, no cuenta en nuestras vidas.
Bueno Francesca, nada más de momento; repito, vive tranquila y sonríe a la vida, que esta también te sonreirá.
Recibe un apretón de manos de
Francesc Raspall
que te recuerda
P.D.- Recuerdos para tu familia y demás compañeros.

lunes, 4 de agosto de 2014

Francesc Raspall 23 de Abril de 1940

 

 
 
HOSPITAL MILITAR DE
IRALABARRI
BILBAO
23 de Abril 1.940
Srta. FRANCISCA LLADÓS CASTELLET
S a b a d e l l . –

Querida amiga: Después de un viaje bastante aburrido, durante el cual no pude cerrar los ojos, he llegado a Bilbao, hace un par de horas.
Después de escribir a mis padres, la primera en tener noticias mías eres tú. Pero poca cosa tengo para contarte. La monotonía del paisaje aragonés, no reúne suficientes condiciones para que te haga tomar la molestia de leer un poco de literatura barata, y más si tenemos en cuenta la gran baratura de la mía.
De nuevo he sentido la emoción de dejar una vez más el pueblo en que nací, en el que di mis primeros pasos; esta ciudad que me guarda tantos recuerdos, tantas ilusiones, tantas esperanzas. Créeme, Francesca que el que nunca ha salido de ella, no puede llegar a hacerse cargo. No obstante, también una vez más, he sabido acallar en mi todo sentimentalismo, volviendo a ser el Raspall de siempre.
Por hoy ya me perdonarás que no sea más extenso, pues he llegado “hecho papilla”, y he pedido permiso al sargento para irme a dormir un poquito.
Como supondrás la dirección no ha variado.
Bien, por lo tanto en espera de tu respuesta, se despide cordialmente, como siempre tu amigo,
Francesc Raspall
que te recuerda

Te agradecería que des recuerdos a las hermanas Torelló y demás amigos, y al mismo tiempo haz llegar a tu familia mi aprecio.

viernes, 1 de agosto de 2014

Francesc Raspall 5 de Marzo de 1940




 
 
HOSPITAL MILITAR
DEL
GENERALÍSIMO FRANCO
BILBAO
5 de Marzo de 1.940
a FRANCESCA LLADÓS CASTELLET
S a b a d e l l.-
Amiga Francesca: Recibí la tuya del 20-2, y hoy llegando de un viajecito la contesto.
Gracias por desearme la mejoría de mi enfermedad, estoy ya completamente curado y con fuerzas suficientes para poder sobrellevar todo cuanto pueda reservarme la suerte; las divagaciones y los pensamientos que tanto me preocupaban antes, se han desvanecido por completo, ya no me asusta el futuro… No sé qué fuerza maravillosa ha obrado en mí; no sé a qué se debe éste cambio, pero lo cierto es, y por lo tanto lo más importante, que he cambiado.
Ciertas cosas que han ocurrido y que no es oportuno que te lo cuente por carta, me han enseñado a mirar la vida casi con desprecio. Si no fuera de poca hombría, te diría que todo me da igual, que poco me importa lo que pueda suceder.
Al leer la tuya, me ha parecido un sueño la excursión a Sant Llorens y por unos momentos, me he dejado llevar por los pensamientos y me he encontrado transportado en medio de las frondosidades que citas, he visto uno por uno, a todos los que allí nos reunimos, y he vivido en sueños de nuevo, momento a momento, lo que un día vivimos todos. Pero la realidad cruda y desafiante me ha despertado de golpe, y he recordado con tristeza los amigos que perdimos, los que en la flor de la juventud fueron segados por la muerte.
Amiga, perdón por estos momentos de triste recuerdo que pienso que no te molestarán, pero que emocionan.
Por aquí continúa poco más o menos, todo igual. Lo único nuevo que hay son los partidos de futbol que nos permite contemplar el torneo de la Primera Liga. En cuanto al tiempo, mucho mejor y con un sol que da gusto pasar largos ratos sentado en el patio del Hospital leyendo o hablando con los compañeros.
Por mi familia me he enterado que por Sabadell también continúa todo igual. Una de las novedades que más contento me ha puesto, es la de que seguramente seré tío de otro pequeño que ha de venir.
Bien Francesca, por hoy no te cuento nada más, ya que no sé qué decirte, recibe del que es incondicionalmente tu amigo, un fuerte apretón de manos
Francisco Raspall
FRANCESC RASPALL VENTAYOL
Jefatura de Sanidad Militar de Vizcaya
Hospital Mtar, de IRALABARRI
B i l b a o . –

Recuerdos a tus padres y hermanas y demás amigos

lunes, 28 de julio de 2014

Francesc Raspall 13 de Febrero de 1940

 

 
 
HOSPITAL MILITAR DE
IRALABARRI
BILBAO Bilbao 13 de febrero de 1.940
A Francesca Lladós
Sabadell.
Querida y como siempre inolvidable amiga: te pido perdón antes que nada, por el retraso en contestarte, justificado por cierto, más que la anterior. He pasado cerca de cuatro semanas en la cama; una fuerte gripe me ha tenido sin poderme levantar. Hoy es el segundo día que me levanto y me veo con fuerzas para escribirte. Perdóname también, las muchas faltas que entre estas letras encontrarás, a causa de haber dejado de practicar la escritura catalana.
Como consecuencia de la enfermedad no he tenido ocasión de salir, y por lo tanto no tengo muchas cosas para contarte. Sin embargo procuraré ser un poco extenso, para corresponder así a la tuya.
Creías, según dices, que iba con permiso… No has acertado y lo siento mucho… En fin, paciencia que es la madre de la c….
Me gustan, y acepto los consejos que me das. Creo efectivamente que son acertados y procuraré seguirlos, a pesar de ser un poco difícil. Es cierto que un instante solamente, puede cambiar por completo nuestra vida, y hay que vivir intensamente el presente. Yo no puedo hacerlo, pues actualmente no me pertenezco a mi mismo; no soy libre de mis actos, ni tan solo puedo exponer mi opinión. La Patria me necesita y hay que hacerlo así.
Como te decía en mi última, el traslado al Hospital Militar de Iralabarri, ha motivado un cambio de vida, y por cierto, más provechosa que antes. Aquí tenemos los mismos beneficios. La comida no es tan abundante, pero es mejor y mejor cocinada; nos han aumentado el sueldo, ahora cobramos unas cincuenta pesetas al mes, que unidas a otras tantas que me envía la familia, me permite darme algún gusto, al que antes tenía que renunciar.
Por aquí el frio es bastante intenso y la humedad muy alta, cosa que propicia los resfriados y como consecuencia de estos, la gripe. A mí me ha dejado bastante delgado; he perdido cuatro quilos, a pesar de haber comido bien.
Creo que empiezas a aficionarte al baile, según tú te pasas algunos ratos bailando sola… yo también practico, y pienso que no seré tan “patoso”. Pero comprendo que el baile no es mi fuerte.
En la próxima ya te daré más detalles y haré lo posible para continuar mi “sección de información” pues por hoy no es posible hacerlo.
Nuevamente te ruego perdones éste retraso involuntario y las muchas faltas que en la presente encontrarás.
Recibe junto a mi aprecio, un fuerte apretón de manos de
Francesc
Mi nueva dirección:
Jefatura de Sanidad Militar de Vizcaya
Hospital Militar de Iralabarri
BILBAO


viernes, 25 de julio de 2014

Francesc Raspall 12 de Enero de 1940




HOSPITAL MILITAR
DEL
GENERALÍSIMO FRANCO
BILBAO
12 de Enero de 1.940.
Srta: Francesca Lladós Castellet
Sabadell
Apreciada amiga: A su tiempo recibí la tuya, la cual contesto con un poco de retraso, lo cual tendrás de perdonarme.
Hay una causa que seguramente puede justificarme un poco. El cambio de dirección. Te contaré. El Hospital en que estaba antes, ya no existe, nos han trasladado a otro. Iralabarri se llama, como comprenderás, con el trajín del traslado, a más el organizar de nuevo la documentación, expedientes, etc; nos ha representado un poco de trabajo, tanto así, que nos hemos pasado poco más de diez días sin salir a pasear. Ahora ya de vuelta a la acostumbrada normalidad, me apresto a escribirte.
Pocas cosas tengo hoy por contarte. Estoy de guardia en la oficina. Fuera está nevando. El frio se deja sentir bastante; parece que el Año Nuevo ha venido con mucha frescura. ¡Año Nuevo!, vida nueva… ¡quién no ha hecho al principiar el 1940, sus planes, sus proyectos, para emprender una vida nueva!... Yo también los he hecho… Al transcurso del tiempo, se agravan más los problemas de lo que ha de constituir nuestra vida futura. Tengo frente a mí, la perspectiva de unos ocho o diez meses más de “mili”, perspectiva que no me asusta, pues como sabes estoy en un buen destino. No obstante no deja de preocuparme el que con mis 21 años próximos a cumplir (el día 14 de éste mes), sin oficio ni carrera acabada, tenga que afrontar nuevamente dentro de poco menos de un año, los problemas y las preocupaciones de la vida civil… Claro que podré entrar a trabajar en un Bar, del cual mi padre es socio capitalista, pero no me resigno, aún cuando mis estudios son pocos e incompletos, a ser un triste camarero toda mi vida. Tu sabes que en éste mundo, todos ambicionamos algo… y natural es que yo también lo ambicione. Veremos si con voluntad, que no ha de faltarme (aunque esta a veces de poco vale), puedo salir airoso…
Perdona éste pequeña expansión, es quizás propio del ambiente en que vivo.
De la tuya te diré que no me ha extrañado tu retraso, más cuando ya estaba advertido con anterioridad. Me entusiasma la idea de verte ocupada como dices, y más si cabe, en una labor que haces a gusto.
Me dices que la disminución de tu correspondencia es de tan ínfima importancia para nosotros, que casi podríamos calificarla de nula. Para los otros, no sé que representará, pero para mí es de tan gran importancia, que de perderla, me sentiría tan apenado, como con la pérdida de un hermano.
Referente al programa de las “fiestas pasadas me limitaré a decirte que no lo he pasado del todo mal, pero como en casa tampoco, ni mucho menos.
Por hoy no te haré mi acostumbrada sección de “información”, pues el sueño ya empieza a apoderarse de mí; son las once y media, y la cama me aguarda.
Recibe un afectuoso saludo, que espero hagas extenso a tus familiares, de éste tu amigo incondicional
Francisco Raspall
Ni nueva dirección:
Jefatura de Sanidad Militar de Vizcaya
B i l b a o

Perdona las faltas de la máquina, pues he cambiado y aún no la conozco muy bien