Campaña, 25 mayo 1938
A Francesca Lladós
Sabadell
Amiga Francesca:
aprovechando unos momentos libres, en que momentáneamente no silban
por encima de nosotros los cañonazos y balas, y no “cantan” las
ametralladoras enemigas, te hago llegar mis novedades. No te he
escrito antes ya que hasta ahora no he tenido un lugar fijo; no creas
que no me acordara de ti.
Por aquí la vida es
siempre igual, tiros, trinchera, ruido, etc.
No sabes qué pena da
mirar por la aspillera y ver delante nuestro los campos, nuestros
campos, los campos de nuestra amada Cataluña, llenos de vida, con el
verdor del trigo, aún poco maduro, y pensar que por culpa de unos
criminales se marchita lo mejor de nuestra agricultura, pensar que no
pueden cultivarse miles de cuarteras de terreno, esto solo, da fe de
los momentos trágicos que vivimos; esto solo, da coraje; esto
multiplica muchísimo la fuerza que nunca nos abandona.
Así es la vida por aquí,
más o menos variada por la tregua del combate… y… por ahí ¿qué
es de vuestra vida?, explícame qué vais haciendo, ….
No puedo extenderme más
porque, en primer lugar no tengo mucho papel, y en segundo tengo que
relevar la guardia al parapeto.
Te recomiendo que me
escribas pronto, pues es un consuelo poder pasar los ojos por encima
de una carta que te trae recuerdos de los amigos.
Nada más, recibe un
apretón de manos de tu gran amigo y admirador
Raspall
Mira la dirección en el
remite
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