Campaña, 18 julio 1938
A Francesca Lladós
Sabadell.
Inolvidable amiga:
Recibida la tuya del 12, me apresuro a darle respuesta.
Hoy nos hemos preparado
para jurar bandera mañana, en conmemoración del 19 de julio, aquel
19, en que las masas obreras, sin distinción de matices, ni
fanatismos, se lanzaron a la calle para oponerse al fascismo que con
su garra repugnante, quería arrebatarnos lo que era muy nuestro, lo
ganado a costa de muchos días… de muchos años…
¡Mañana!... ¡Dos
años!... Cuántas penalidades, cuántas vidas en flor segadas,
cuando comenzaban a disfrutar
la plenitud
de la obra que habían edificado con cuidado y a costa de muchos
sudores… Pero no será en vano. Llegará el día, que los
supervivientes de esta lucha, conjuntamente con los niños de hoy
(quizás ya jóvenes) podremos disfrutar de lo que con este esfuerzo
y este sacrificio conquistamos.
No podemos ser esclavos.
¡Los catalanes, no pueden serlo!... Amamos demasiado nuestra tierra,
nuestra lengua, nuestro mar, en fin nuestra
Patria. Al igual que en las regiones hermanas de nuestra España; no
pueden volver aquellos días de oprobio y sometimiento, no pueden
volver,… ¡No volverán!.
Pienso que el pequeño
incidente (no sé si puede calificarse de incidente) no será
obstáculo para que continúes siendo franca conmigo, como siempre.
Me recuerdas la Escuela,
nuestra Escuela…; qué divertidos y charlatanes éramos
¿verdad?..., pero disfrutábamos.
Día 19 de julio.
Ayer no acabé la carta,
ahora aprovecho que tenemos fiesta, y la acabo.
Hoy hemos jurado bandera.
En este acto, se promete fidelidad a la Patria y al gobierno que nos
rige. Daba gusto ver el Batallón formado, y oír aquel “sí”
unánime al responder a la pregunta. Pocos momentos más tarde
desfilábamos delante de la bandera de la División. Tendremos comida
extraordinaria. Ayer después de bastantes días de no habernos dado,
nos dieron tabaco.
Por ahora aún estamos en
el mismo sitio; acampados al aire libre.
Bien, no quiero cansarte
más con mis historias.
Recibe un apretón de
manos de tu amigo, que te recuerda
Francesc Raspall
Perdóname las faltas ortográficas.
Perdóname las faltas ortográficas.
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