Campaña, 11 agosto 1938
A Francesca Lladós
Sabadell
Amiga Francesca: recibida
la tuya del pasado 30, me apresuro a contestarte desde el parapeto,
en el que llevamos 9 días.
Trasladados a otro
sector, estamos como te digo en los parapetos. Poca es la actividad
que se registra en este frente. Por ambas partes, lo que más nos
ocupa son los trabajos de fortificación.
Como comprenderás 6 días
de retraso en escribirme, no pueden ser motivo para que rectifique el
concepto que de ti tengo. Primero sería una tontería, y creo que
antes tienes que preocuparte de lo que se refiere a tu educación; no
porque no te crea culta, por la sencilla razón “que el saber no
ocupa lugar”.
Acepto tu felicitación,
que para mi tiene mucho valor… Sin pecar de egoísta, os deseo
muchas visitas como la que os hizo el comité Norteamericano.
Con franqueza, al
hablarme de la muerte del compañero R. Salas, no me acuerdo quien
era, seguramente lo conocía y no por eso dejo de sentir su muerte
(e.p.d.).
Tienes razón, ya no nos será posible llenar los huecos que van dejando los que desgraciadamente dan la vida por defender nuestra causa; haz llegar a tu amiga Joaquina, mi más sentido pésame.
Me dices que me envidias la vida al aire libre y las delicias (?) del campo. Yo, en cambio, a pesar de estar orgulloso y satisfecho de permanecer en mi lugar como antifascista y catalán, mentiría si no dijese que también envidio, o mejor dicho, añoro la vida civil…, no creas que esto sea motivo para dejar de cumplir con mi deber, pero al hablar de ello, no he podido evitar el hacer esta pequeña observación.
Como te digo, por aquí no hay gran actividad y si no fuese por los morteros, la artillería y la aviación, casi estaríamos a gusto. Por aquí durante la noche y en las horas de guardia, ya empieza a notarse un poco de frio.
Tienes razón, ya no nos será posible llenar los huecos que van dejando los que desgraciadamente dan la vida por defender nuestra causa; haz llegar a tu amiga Joaquina, mi más sentido pésame.
Me dices que me envidias la vida al aire libre y las delicias (?) del campo. Yo, en cambio, a pesar de estar orgulloso y satisfecho de permanecer en mi lugar como antifascista y catalán, mentiría si no dijese que también envidio, o mejor dicho, añoro la vida civil…, no creas que esto sea motivo para dejar de cumplir con mi deber, pero al hablar de ello, no he podido evitar el hacer esta pequeña observación.
Como te digo, por aquí no hay gran actividad y si no fuese por los morteros, la artillería y la aviación, casi estaríamos a gusto. Por aquí durante la noche y en las horas de guardia, ya empieza a notarse un poco de frio.
Bien, por hoy me parece
que ya he sido bastante extenso, por lo tanto recibe un apretón de
manos junto con un buen recuerdo del que es un verdadero amigo
Francesc Raspall
Hoy nos han dado tabaco.
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