HOSPITAL MILITAR DE
IRALABARRI
BILBAO Bilbao 13 de
febrero de 1.940
A Francesca Lladós
Sabadell.
Querida y como siempre
inolvidable amiga: te pido perdón antes que nada, por el retraso en
contestarte, justificado por cierto, más que la anterior. He pasado
cerca de cuatro semanas en la cama; una fuerte gripe me ha tenido sin
poderme levantar. Hoy es el segundo día que me levanto y me veo con
fuerzas para escribirte. Perdóname también, las muchas faltas que
entre estas letras encontrarás, a causa de haber dejado de practicar
la escritura catalana.
Como consecuencia de la
enfermedad no he tenido ocasión de salir, y por lo tanto no tengo
muchas cosas para contarte. Sin embargo procuraré ser un poco
extenso, para corresponder así a la tuya.
Creías, según dices,
que iba con permiso… No has acertado y lo siento mucho… En fin,
paciencia que es la madre de la c….
Me gustan, y acepto los
consejos que me das. Creo efectivamente que son acertados y procuraré
seguirlos, a pesar de ser un poco difícil. Es cierto que un instante
solamente, puede cambiar por completo nuestra vida, y hay que vivir
intensamente el presente. Yo no puedo hacerlo, pues actualmente no me
pertenezco a mi mismo; no soy libre de mis actos, ni tan solo puedo
exponer mi opinión. La Patria me necesita y hay que hacerlo así.
Como te decía en mi
última, el traslado al Hospital Militar de Iralabarri, ha motivado
un cambio de vida, y por cierto, más provechosa que antes. Aquí
tenemos los mismos beneficios. La comida no es tan abundante, pero es
mejor y mejor cocinada; nos han aumentado el sueldo, ahora cobramos
unas cincuenta pesetas al mes, que unidas a otras tantas que me envía
la familia, me permite darme algún gusto, al que antes tenía que
renunciar.
Por aquí el frio es
bastante intenso y la humedad muy alta, cosa que propicia los
resfriados y como consecuencia de estos, la gripe. A mí me ha dejado
bastante delgado; he perdido cuatro quilos, a pesar de haber comido
bien.
Creo que empiezas a
aficionarte al baile, según tú te pasas algunos ratos bailando
sola… yo también practico, y pienso que no seré tan “patoso”.
Pero comprendo que el baile no es mi fuerte.
En la próxima ya te daré
más detalles y haré lo posible para continuar mi “sección de
información” pues por hoy no es posible hacerlo.
Nuevamente te ruego
perdones éste retraso involuntario y las muchas faltas que en la
presente encontrarás.
Recibe junto a mi
aprecio, un fuerte apretón de manos de
Francesc
Mi nueva dirección:
Jefatura de Sanidad
Militar de Vizcaya
Hospital Militar de
Iralabarri
BILBAO
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