HOSPITAL MILITAR DE
IRALABARRI
BILBAO
A 2 de Mayo de 1940
Srta. FRANCESCA LLADÓS
CASTELLET
S a b a d e l l . –
Querida amiga: He
recibido la tuya del pasado 28 de Abril, y me propongo contestarte.
De la misma manera que a
ti, me sorprendió también a mí, tu carta. Creía (y al expresarme
así, te ruego que me perdones) encontrar en ella un regusto a
resentimiento, pero me he convencido, que si yo sigo siendo Raspall,
aquel que siempre se te ha mostrado, tal como es, tú continuas
siendo la FRANCESCA de siempre, la que tuve la suerte de conocer en
un tiempo algo lejano. Como te dije anteriormente, repito; no por mí
interrumpas la marcha de los acontecimientos; no por mí tengas el
espíritu apesadumbrado, ya que nada podemos hacer los mortales
contra el predeterminado destino de las personas…. Así pues, no te
obsesiones, y a vivir, y disfrutar de la vida mientras puedas ya que
desgraciadamente, los momentos tristes y angustiosos, son muchos más
que los momentos buenos.
¿Dices que si te guardo
rencor? Amiga mía, en el corazón de un ferviente enamorado, lleno
de un sentimiento tan elevado, la mezquindad del rencor, no tiene
cabida. Si me pidieras la vista, la daría por ti y me sentiría
feliz… pero hablemos de otras cosas.
Dices que por unos
momentos, te imaginas lo que representa ver por la ventanilla de un
tren, cómo allá lejos se van perdiendo en la infinidad del espacio,
los edificios de muestro pueblo… Yo solo puedo decirte, que aparte
de unos momentos, que me callaré, el dejar Sabadell, el dejar
Cataluña, es lo que más me impresiona… Una vez más comprendo,
que hay mucha parte de verdad en aquella canción…
Dulce Cataluña, Patria
de mi corazón
quien de ti se aleja, de
añoranza muere…
No me extraña lo que me
dices, de cómo se divierte la gente. Para nuestra desgracia, vivimos
unos momentos bastante críticos, durante el transcurso de los cuales
se ha de seguir la corriente, con la esperanza de que a no tardar se
normalizará la situación, y entonces, quien sabe lo que puede
ocurrir; mientras tanto, paciencia y esperanza…
De Bilbao, poca cosa que
contarte que no sea repetirte lo que ya te he dicho. Ayer miércoles
fui al teatro Arriaga, al estreno de la zarzuela de costumbres
vascas, del maestro Guridi (vasco) llamada “Mary Ely”,
interpretada con mucho acierto, por Pere Terol y Matilde Vázquez; la
música es de una sensibilidad maravillosa y de una expresión
decantada a lo sublime; el diálogo, es una exaltación constante de
las costumbres de la gente del mar, de las regiones del Norte. En
conjunto, una buena velada.
También por aquí las
diversiones se ven concurridas, y dentro de lo que nos permite
nuestra condición de “caloyos”, nosotros también procuramos
pasarlo lo mejor posible, ya que actualmente estamos en periodo
parasitario, que aunque nos aumenta la edad, no cuenta en nuestras
vidas.
Bueno Francesca, nada más
de momento; repito, vive tranquila y sonríe a la vida, que esta
también te sonreirá.
Recibe un apretón de
manos de
Francesc Raspall
que te recuerda
P.D.- Recuerdos para tu
familia y demás compañeros.
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