Año de la Victoria, La Puebla, 12-5-1939
Simpática amiga Francesca: acabo de recibir la tuya del 2, que
se ha juntado con la del 22 de abril, que me llegó hace tres días.
Estoy contento con que me escribas cinco letras, como tú dices, en
vez de cuatro, aunque quizás yo nada más te ponga cuatro y cortas,
pero es que aquí se suceden los días de una manera uniforme, lo
único que puedo hacer, es explicarte lo que hacemos durante un día,
e imagínate que los demás transcurren exactamente de la misma
manera.
Por la mañana, a las 6 toque de diana, o sea, levantarse (que
te parece si somos madrugadores), media hora más tarde, el de
“fajina” a desayunar, 15 minutos después, un rato de gimnasia y
descanso hasta las 10; lo aprovechamos para lavarnos la cara, limpiar
y coser la ropa si es que esta lo requiere, pues siempre cae algún
botón o se hace algún rasguño. Una vez aseados, se nos pasa
revista de “policía”, que consiste en comprobar si realmente
tenemos cuidado de la ropa y vamos debidamente limpios; otro rato
libre, y a la instrucción teórica militar, hasta pocos minutos
antes del toque de “fajina”o distribución de la 1ª comida.
Comemos bastante bien, muchos garbanzos, pero con variedad en el
segundo plato, unos días carne, otras pescado o huevos y, también
postres como arroz con leche, naranjas, mermelada o higos. Así pasa
la mañana.
Después de comer, es cuando más tiempo libre tenemos: hasta
las 4, que formamos para la instrucción práctica, cerca del
“cortijo”cuartel, hora y media marcando el paso, haciendo un
largo descanso, intermedio, y alto, sin nada que hacer ya, más que
formar para la cena y pasar lista; generalmente es a la hora de
silencio (las 10) cuando vamos a dormir. Los enlaces tenemos puesto
de guardia durante la noche, así que un día a una hora y otro a
otra hora más tarde, soy despertado por un compañero para cumplir
una hora con mi deber de centinela. Así todos los días, menos los
festivos que no hay instrucción, y otros que nos toca servicio todo
el día.
Leer todo esto, no te será muy agradable, aunque mi intención
sea lo contrario, la de distraerte también un poco, pues según veo
por tus cartas te hace falta algo de eso, debéis pasar muchos ratos
sin saber como distraeros. Lo comprendo perfectamente, ha sido un
cambio de vida muy diferente el pasar de la agitada y alegre vida
estudiantil, a la monótona y quizás, aburrida de un “en busca de
trabajo”. Una cosa parecida me sucede a mí, aunque vosotras tenéis
ventaja, pues no os faltan libros para leer , podéis escuchar las
emisiones de la radio y sois libres en todo momento de ir a donde os
plazca. De todas maneras os deseo que encontréis pronto colocación
para poder trabajar , y entonces sí, que escribirás optimista.
El amigo que te trajo mi postal, no ha de volver aquí,
seguramente que no lo conocerás, se llama Calungo, era jugador de
fútbol en el equipo del Sabadell , vive en la calle Gracia nº 70;
no hace falta que te molestes en visitarle, solamente estuve unos
momentos con él.
Mucho me gustaría poderos acompañar en vuestras excursiones,
pero ya llegará a su debido tiempo, ya que tengo intención de
practicar el excursionismo tanto como me sea posible.
¿Entregasteis el material?, es una lástima después de los
esfuerzos que nos costó poder reunirlo; supongo que la pelota
todavía la tendréis, ¿no?, sería lo que más me dolería que
marchase de vuestras manos, pues la adquirimos de una manera que
guarda recuerdo de todos aquellos que con tanto entusiasmo
reorganizamos la sección de deportes y que algunos ya no volverán
más a jugar con ella, ni con ninguna otra pelota. ¿Pero que podemos
hacer? Es así y no lo podemos tomar de otra manera.
Cuando veas al Mimó, pregúntale si recibió una carta mía que
hace bastante tiempo le escribí, y no he tenido contestación.
Continua dándome noticias de los amigos Renom, Jané,
Muntasell, y demás, ¡ah! Y del Arbiol ¿qué sabéis?
Hasta en encontrar colocación, han tenido suerte la pareja
inseparable, del escandaloso Ratgen y su segundo Piñot , me alegro,
a ver si pronto tenéis esa suerte todos vosotros. Me figuro al
Ratgen uniformado con su camisa azul hecho un perfecto “flecha”,
él y Jornet deberán ser gastadores, ¿no?, su estatura les podrá
dar para ello.
Creí que tu cuñado era más joven, celebro que sea de la 28,
seguramente ya se encontrará licenciado entre vosotros ¡qué
suerte!; ves, poco a poco las cosas vuelven a su cauce, también me
alegro que tu hermana Teresa tenga noticias de su “futuro”. Mis
dos hermanos ya me han escrito, los dos están en el ejército, les
daré tus recuerdos y tú recíbelos de su parte, pues estoy seguro
que así me lo dirán ellos.
Como dices que dentro de tres días volverás a escribirme, el
problemita, si es que lo resuelvo, pues aún no lo he hecho, al
contestarte te pondré la solución (exacta o no), de lo contrario si
esperaba enviarte esta, hasta tenerlo resuelto, posiblemente se
juntaría con la que desde ahora espero, cosa que quiero evitar.
“SEGUNDA PARTE DE LA CARTA ES INEXISTENTE O ESTÁ EXTRAVIADA”.
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