lunes, 21 de enero de 2013

Josep Ribas 19 de julio de 1938


 



19.07.38

Compañera Francesca

Después de la mala noticia que me acabas de dar, tanto yo como los compañeros que están junto a mi nos hemos quedado ni sé como decirlo, tu ya puedes pensar nuestro estado en aquellos momentos, nosotros ya sabíamos que estaba herido de gravedad más nunca habíamos pensado que hubiese de llegar hasta este punto en que todo el mundo se duele de perder un compañero, aunque yo con él, no eran muchas las veces que habíamos hablado más había una amistad o sea la edad, el que se encontrara en las mismas circunstancias en que me encuentro yo en la actualidad y la amistad con su hermana y también una de tus amigas más apreciadas. Qué le vamos a hacer, lo de cada día, eso es lo que hace que nos tengamos que conformar.

Ahora ya no estamos en el pueblo donde últimamente nos encontrábamos y por tanto ya no puedo leer más libros de coles ni acelgas, ya sé de las necesidades en las que os encontráis por Sabadell en el ramo de la manutención, tanto en casa como la familia de los compañeros todos dicen lo mismo, me sabe muy mal más de cuatro veces que vosotros no podáis participar en alguna abundancia que por aquí de vez en cuando encontramos aunque esperamos que pronto no nos tengamos que preocupar más y que todos en nuestras casas podamos hacer un plato de lo que queramos.

Me dices que por ahí ha estado unos cuantos días el compañero Prunes, ahora me sabe más mal el saber que el día que os telefoneamos lo hicimos demasiado pronto. No sé por ahora  cuando nos tocará ir con permiso pues delante nuestro parece que tenemos un grupo de compañeros del 41 que aun irán antes que nosotros. De todas maneras esperamos poder ir un día u otro, ahora dicen si nuestra División tiene que ir a relevar a otra de un frente de por aquí arriba, de todas maneras esperemos que nada malo nos ocurra.

Hoy nos hemos entretenido en hacer unas líneas para la F.A.E.E.P. seguramente cuando esta llegue a tus manos ya la habréis recibido, en ella ya os explico más o menos como ha ido. Hemos comido, hemos festejado, ya no podemos pedir más, satisfechos de la jornada y con ganas de volver.

Ya ha llegado el turno de la fruta madura, ya era hora pues estamos hartos, de verde. Ahora estamos en una gran casa de campo, como si dijéramos un cortijo de los que hay en Andalucía que como ya sabes no puedo decir el nombre, está toda rodeada de árboles fruteros sobretodo ciruelas y peras, pronto veremos higos y uva pues ya empiezan a ser bonitos y esperamos a su tiempo para darnos un atracón. Notarás que me ha salido un pareado pero es que la carta de la escuela la hemos hecho así.

Acabaré, pues ya han tocado silencio y aun tengo que hacer dos más, por lo tanto, esperando tu próxima y esperando que estés bien de salud acabo esta.

El compañero
J. Ribas

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