lunes, 31 de diciembre de 2012

Josep Ribas 23 de abril 1938
















 
Vic, 23-4-38



Amiga Françesca:



Como ya te escribí, ya estoy en Vic: esto es una ciudad de iglesias y conventos por todas partes, aquí por ahora estamos muy bien, que dure nos conviene. Ahora te explicaré un poco como ha ido todo esto, ya hacía días que nos lo esperábamos, el cambio de casa digamos, ha sido muy accidentado; el día 18 nos pagaron hasta el día 20, lo que me hacía mal pensar, sobretodo el que nos pagasen hasta una fecha que no fuese fin de mes o la quincena. El día 20 a las dos, nos enterábamos que nos darían la cena a las cinco y que marcharíamos hacia Vic a las cinco y media. Después de arreglar los trastillos y haber cenado, fuimos a la estación. A las seis, marchó el tren en medio de gritos y cantos, con una gran despedida por parte del pueblo de Igualada. Bordeando el río Anoia fuimos pasando pueblecitos, pronto llegaron las montañas de Montserrat haciendo un semicírculo nos la pudimos repasar toda; después vino Martorell con el puente del Diablo, en el mismo sitio de siempre, sobre el río Llobregat; después los llanos de Sant Boi cubierto de árboles frutales y hortalizas. Ya se hacía oscuro, por fin llegamos a la estación de Magoria, siendo las 9,30 horas de la noche, aquí nos tuvieron prácticamente una hora parados, cuando ya nos adormecíamos, nos hicieron ir hacia la estación del Norte a pie, bajo una lluvia de la que me acordaré toda la vida, como todo estaba a oscuras no veíamos donde poníamos los pies y pronto quedamos mojados como peces, todos íbamos en fila, uno detrás de otro, como una manada de corderos, pero tuve suerte de la cazadora, de otra manera hubiera quedado remojado, a punto para hacer una esqueixada. Por fin llegamos a la estación, donde nos querían hacer formar, pero todos hacían lo que querían. Con el calor de todos nosotros, humeábamos del agua que nos había caído encima, nos acomodaron en un tren que estoy seguro que no había un sólo vagón que fuese igual, aquello era un muestrario para llevar a un museo mejor que para quemar, incluso alguno no tenía ni puertas, a nosotros nos tocó un departamento de 10 plazas, pero al día siguiente me di cuenta que íbamos tan estrechos, que en lugar de 10 éramos 15. A la 1,30 después de silbar la máquina siete u ocho veces, el tren empezó a moverse, más bien dicho a saltar, ya que al menos en el vagón que íbamos pienso que las ruedas eran cuadradas; a paso de tortuga desapareció Barcelona de nuestros ojos, pasando por Montcada , Mollet y Granollers, aquí después de una hora más o menos continuamos, pero parece que no podía, sea como sea después de Figaró, tuvieron que partir el tren y mientras la primera mitad iba hasta la otra estación, unos se entretenían haciendo fuego, los otros iban a las casas de payés a comprar conejos y se los comían allí mismo a las brasas, nada, aquello era jauja. Nosotros, el Ripollés y otro chico que se llama Lladó, que seguramente tú lo conocerás del centro excursionista, y yo, buscando por las casas de payés, nos encontramos una que nos vendió un gran vaso de leche que era muy buena, ya hacía días que no habíamos probado una como aquella. Tuvimos que correr un poco dado que las dos máquinas ya volvían a venirnos a buscar, y así a cada estación, iban haciendo lo mismo, ahora unos ahora los otros , haciendo viajes. En el pueblo de Centelles, que era una de las paradas, que duraban incluso horas, encontramos una buena gente que primero nos dijeron que no tenían nada para vender, nos enviaron a otra casa para ver si nos vendían lechugas o alguna cosa para aderezar, ellos nos las aderezarían, por lo que fuimos y dando dos reales, nos vendieron 10 o 12 lechugas. Se las llevamos , nos las aderezaron poniendo cuatro aceitunas, cebolla, ajos y coliflor. Nada, que nos quedamos llenos, suerte tuvimos entonces como ya ves, si nos hubiésemos fiado de los militares, me parece que ya estaríamos muertos de hambre, además nos dieron un huevo para cada uno , digo nos dieron porque no nos quisieron cobrar nada. Por aquí, se ve que hay muy buena gente .

Por fin llegamos, después de pasar por Balaña , Tona, Seva y Taradell, estaciones con cuatro casas, ya que los pueblos no se veían por ningún sitio, llegamos a Vic, era la una y media de la tarde, nos hicieron formar, ninguno sabía de nuestra llegada, nos hicieron dar una vuelta por la ciudad, después nos hicieron volver atrás, y por fin después de no comer, nos hicieron volver otra vez atrás , hacia un ex-convento de monjas de clausura, las salas y habitaciones del cual, no tenían más que una ventana que daba a un patio interior, con una cisterna que era la única agua que había, pero como al lado había un subterráneo de donde salía una peste que no hacía ni pizca de gracia, bajamos a ella por las paredes de una gran sala subterránea, estaba todo lleno de nichos abiertos mostrando los restos de monjas allí enterradas, aquello hizo que en seguida se le llamase el cuartel de los muertos.

Nos dieron 64 judías y después a dormir, que por almohada teníamos el embaldosado, pero el sueño nos durmió pronto. Cuando ya todo el mundo dormía, unos gritos nos despertaron, haciéndonos vestir otra vez, nos querían hacer cambiar de cuartel, recuerdo que medio dormido me vestí y a la calle sea como sea. Al cabo de media hora de estar recibiendo una lluvia muy fina que se cala hasta los huesos, medio me peleé con un teniente y me volví dentro otra vez a dormir, creo me aguantaba por costumbre, enseguida me dormí como un saco. A la mañana siguiente después de desayunar nos hicieron cambiar de cuartel. Cuando íbamos a instalarnos, nos dimos cuenta que estaba infectado de chinches y otras especies de la misma naturaleza, por lo que todos nos volvimos y nos quedamos en una plaza de allí delante , nos sentamos en el suelo dispuestos a no volver a entrar a ningún convento más que estuviese familiarizado con las bestias nombradas. Poco después vinieron cuatro oficiales pidiendo explicaciones, la gente del barrio atraída por el alboroto que armamos vinieron a hacernos preguntas. Después de mil explicaciones , todo era una lluvia de ofrecimientos para que fuésemos a dormir a sus casas. A nosotros, los tres ya mencionados, unos comerciantes de la misma plaza nos ofrecieron acogernos. Después del rancho de la comida, nos hicieron comer , tanto si queríamos como si no, un par de bistecs cada uno ¡que buenos estaban! Y además nos los comimos en la mesa con tenedor y cuchillo, que ya hacía 41 días que no los hacíamos servir. Además por la noche pudimos dormir en un par de camas, sobre colchones , sábanas limpias, manta de lana, como en casa, hasta nos sabía mal de ensuciarlas. Si no llegan a gritarnos pienso que todavía estaríamos durmiendo; aquí no tenemos a nadie que nos mande, como bien podríamos decir, estamos incontrolados. Nos pasamos las horas paseando por la ciudad , en cada calle hay más de una iglesia o convento, vamos a la biblioteca a leer y a escribir. Hay una particularidad, todas las calles en vez de nombres van numeradas, y además vayas donde vayas, siempre, sin darte cuenta acabas llegando a los arcos, lugar que es como si dijésemos la Rambla de Sabadell, aquí todo el mundo se pasea arriba y abajo. Es la plaza porticada. Nada que ahora estamos muy divertidos, hoy que era día de mercado había una gran animación, los payeses llevan más o menos de todo muchas verduras, tengo entendido que en Sabadell va racionada, ya que aquí hemos visto varios conciudadanos nuestros que venían a proveerse. Ahora aquí no sabemos que nos harán hacer ya lo veremos.

La dirección para escribirme es la de la casa donde ahora nos alojamos, aquí te la envío, espero que ahora ya me podrás escribir pues supongo que ya habrás acabado los exámenes y habrás tenido muchos excelentes.

Antoni Casanovas

Pl. Martirs nº 9

Vic

(para entregar a J. Ribas)

Tal vez te extrañarás por esta carta quilométrica pero como tenemos bastante tiempo, bien vale la pena aprovecharlo.

Aquí ya hemos reseguido todos los monumentos artísticos, hay mucha abundancia de calles estrechas con conventos e iglesias a cada paso hay mucho más comercio que en Igualada, tres cines, dos bibliotecas, la catedral con su campanario románico de siete pisos, restos de un templo romano un puente sobre el río que lleva el nombre de la comarca, el Matagalls y las Agudes blancas de nieve pues se ve que así como aquí nos ha llovido continuamente, allí ha caído una buena nevada, también se ve el Tagamanet en medio del valle por donde se separan las comarcas del Vallés y Osona, por el norte si el día es claro vemos perfectamente las crestas blancas del Pirineo, todo es muy pintoresco . Un día de estos si continúa nuestra situación de incontrolados, tenemos ganas de hacer una excursión hasta las Guillerías , las ganas están, eso no quiere decir que hoy ya parece que nos quieren cortar las alas. Pero nosotros hacemos como que no sabemos nada y vamos haciendo lo que desde que hemos llegado te he contado ir arriba y abajo, entrar en las tiendas para curiosear para ver que tienen. Hoy mismo como era domingo nos hemos levantado a las nueve, hemos ido a una lechería, nos han servido dos vasos de leche que estaban para chuparse los dedos, mientras estábamos han venido un par de uniformados han tocado la trompeta y el otro ha leído un papelito diciendo que fuéramos hacia el cuartel para tomarnos la filiación, nosotros hemos esperado a las diez y hacia la biblioteca a terminar esta carta y después leeré un rato hasta las 12 esperando la hora del rancho.

Bueno acabo ya que estoy terminando el bloc y además no sé si tendrás resistencia para tragarte esta carta tan llena de faltas pero ya me perdonarás poco a poco ya veré de ir corrigiéndome.

Da recuerdos a todos los compañeros de A.A.E.E.I. Ya miraremos de escribirles un día de estos.

(En francés) Acabo dándote un fuerte apretón de manos.

Tu compañero

Vic 24-4-38 Josep Ribas

Ahora que he acabado me doy cuenta de lo larga que es esta carta, me he quedado sorprendido, no parece que sea mía. Oh, y aun me he olvidado de una cosa, ya estoy enterado de las victorias de baloncesto y de las excursiones a Can Déu, con gusto haría de uno más en el grupo. A veces con Ripollès nos miramos las fotos de Sabadell y de las excursiones hechas todos juntos.

También quiero hacerte saber que seguramente ya estarás enterada de que en mi casa desde hace pocos días somos uno más, el día que pueda venir a Sabadell ya te daré las peladillas, de esto tengo muchas ganas pues aun no lo he visto y tengo muchas ganas de volver a veros a todos juntos.

La dirección ya te la he pasado más arriba esperando recibir bien pronto carta tuya, me separo de ti con un fuerte apretón de manos.

J. Ribas




viernes, 21 de diciembre de 2012

Josep Ribas 8 de abril 1938




Igualada 8-4-38

Simpática Francesca


La presente es motivada por el motivo de que hoy o mañana nos harán irnos de aquí, yo me encuentro entre los 180 primeros que se presentaron en Barcelona y resulta que ahora somos los primeros que nos toca ir a matar moros (si ellos no nos matan primero) y en el caso que todavía me tuvieras que contestar la última carta que te envié no lo hagas pues como ya te he dicho seguramente hoy o mañana nos tocará la hora de irnos según rumores hacia los sectores de Madrid o Andalucía, no sé si seré de transmisiones o de artillería o de qué, sea como sea estoy un poco desanimado lo que me sabe mal es tener que irme de Cataluña pues allí en aquellos países no sé como nos irá.

Si puedo ir a Sabadell iré a verte, tengo muchas ganas de volver a pasear por la Rambla y poder ir a la tertulia de la Asociación.

De todo lo que te digo de tener que ir a las provincias, en caso que se presente la ocasión que mi hermana te hablara de ello dile que te he dicho que quizá iré a Olesa ya que así se lo digo a ellos pues mi madre de la manera que está, es mejor que no se entere.

Espero que la mía anterior ya la habrás recibido yo todavía no he recibido respuesta y puede ser que cuando llegue yo ya me haya marchado, cuando sepa el nuevo destino ya te escribiré y espero poder continuar escribiéndonos pues seguramente lo encontraría a faltar.

(En francés) Veo que has entendido las cuatro líneas que te escribí el otro día en francés, espero que me pongas también cuatro palabras, me harías muy feliz, las espero.

Tú ahora ya debes tener 17 años, qué suerte, quién los pudiera tener, ya los cambiaría yo ahora mismo;  te deseo que puedas disfrutar mucho tu juventud y que por muchos años yo también te pueda felicitar.

Esperando volver a escribirte, en cuanto llegue al lugar te enviaré mi dirección.

El Compañero

J. Ribas  

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Josep Ribas 25 de marzo 1938


(Para ampliar las imágenes: abrirlas y con el botón derecho del ratón clicar en abrir imagen)

Igualada 25 de marzo 1938

Simpática Francesca

Después de pasar un  par de días entre vosotros ya vuelvo a encontrarme aquí en Igualada junto con los compañeros de cama y de fiestas, ya me esperaban para saber las nuevas de Sabadell, llegué que parecía un recadero pues llevaba mi equipaje y además siete paquetes más entre grandes y pequeños, vaya que hacía efecto, por cierto que en Manresa perdí uno y me dió un mal rato, por suerte lo encontré, lo que me preocupaba más es que no era mío y no sé cómo podría haberlo arreglado.

Estos dos días los he pasado yendo de casa en casa llevando cartas y recados de compañeros que están aquí conmigo, sólo te diré que en casa, mis padres el último día me echaron bronca porque sólo estaba con ellos las horas de comida y me pasaba las demás fuera de casa, lo que me sabe peor es no haber podido hablar más extensamente contigo de la manera como aquí pasamos las horas y las impresiones de los pocos días que estamos aquí.

(En francés) Estos días te he encontrado un poco cambiada, más simpática, más atrayente, yo no sé si es que yo quisiera volver a verte o que los momentos pasados a tu lado, fueron tan cortos que de verdad me has gustado e incluso te diría que te...
 
Espero que estas cuatro rayas que te he escrito en francés las comprendas si no me dices lo contrario en cada carta te pondré alguna cosa, así tú harás prácticas y yo igualmente, que pienso que tanto a ti como a mi nos conviene, si tú me quieres poner alguna cosa en francés también estaré contento aún que te parezca que haces faltas es igual ya ves como yo con el catalán también las hago a raudales ya miraré de corregirme tanto como pueda y si algún día ves alguna falta muy grande me lo puedes decir que no me enfadaré.

Bien, esperando tus nuevas me despido de ti con el adelante acostumbrado

El quinto

J.Ribas

viernes, 14 de diciembre de 2012

Josep Ribas 19 de marzo de 1938




Igualada 19 de marzo de 1938

Simpática Francesca

Acabo de recibir tu carta me ha puesto muy contento pues me ha hecho recordar los ratos pasados contigo y los compañeros y compañeras de la Asociación, momentos que quizá sea lo que más echo de menos. Seguramente que un día de estos nos darán unos días de permiso, ahora aquí estamos como si dijéramos acuartelados no nos dan ni media hora para pasearnos por la ciudad las mañanas y las tardes las pasamos como si fuéramos de excursión, vamos siempre por parajes nuevos y por cierto son bien diferentes de nuestro Vallés, aquí estamos rodeados de colinas formadas por depresiones de terreno, la tierra es toda de un color entre gris y ocre, todo ello una mina de fósiles, por todos lados ves hornos de yeso en explotación, viñas, almendros y quintos.

Hasta ahora lo de las transmisiones lo vemos muy negro, otra cosa muy probable que sin tardar demasiado podamos hablar de otra manera, de momento nosotros en vez de instrucción, enseñamos el Morse a todos los nuevos soldados que como nosotros vinieron aquí a Igualada.

Ahora dicen que nos cambiaran de cuartel lo que esperamos todos, pues aquí no hay ni agua ni para lavarnos, si así fuera no nos haría falta nada más, total la familia y los cuatro amigos acostumbrados.

Todavía recuerdo el día que fuimos a Sant Llorenç, no recuerdo haber pasado un día tan corto y haber disfrutado tanto como aquel, tengo muchas ganas de volver a estar con todos vosotros, hace ocho días que estamos aquí y parece que haga tres meses, si ahora nos dan permiso iré a veros.

Aquí estamos muy tranquilos, no oímos ninguna sirena ni se apagan las luces, los cines hacen cine películas diferentes, las consumiciones en los cafés son baratísimas, en cambio en cuestión de frutas y viandas todo es caro, de eso sí hay en abundancia. Nosotros hemos tenido mucha suerte tenemos el Teniente Petxame que es un barítono de marca que de vez en cuando incluso hace alguna cantada, el sargento Roset es un chico muy simpático es un tendero de Igualada es un buen excursionista y es como dice él mismo el rey de los deportes en Igualada, nos manda hacer muchas caminatas, deportes y “figueretes”.

Muchas gracias por la tarjeta eres tú quien me ha hecho pensar que hoy era mi día me ha alegrado mucho.

Tal y como dices espero que me apuntéis a la sociedad del “Ropero de Carmen” ya me explicarás los estatutos para saber de que va.

Bueno da recuerdos a todos y a todas y compañeros y compañeras que todavía quedan por ahí en la Escuela, también te envío de los compañeros Ripollés e Izquierdo.

Tu compañero

J. Ribas

jueves, 13 de diciembre de 2012

Josep Ribas 12 de marzo de 1938




TRANSCRIPCIÓN EN CASTELLANO:

19 de marzo de 1938

Simpática Frascesa Lladós,

Tal como quedamos te escribo ahora que ya hemos llegado y ha hemos dormido si es que se puede decir dormir de pasar una noche entre viajar, gritos y canciones, sólo te diré que después de que te dije de venir a decirte que habíamos ido a Igualada, a las dos teníamos que volver a encontrarnos a Barcelona, fue a coger el tren la una menos cuarto y a las ya estábamos en la calle de Cicilia que era el lugar de concentración a las 4 de la tarde fuimos marchando hacia la estación de la plaza de España, aquí nos hicieron esperar una hora más el tren el cual parecía que notara las actuales circunstancias pues no te diré más que para ir de Barcelona a Igualada estuvimos unas 4 horas y media. En alguna subida era mejor ir a pie pues íbamos más deprisa, con unos resoplidos que hacía la máquina parecía que no llegaríamos nunca, por fin un poquito cansados llegamos, entre gritos y risas pronto despertamos a los vecinos nos instalamos en un convento que no reúne muchas condiciones pero no podemos hacerle nada, ahora dicen que quizá nos cambiaran de lugar, ya veremos.

Por ahora lo de transmisiones no lo vemos muy claro ahora que espero poder entrar tan solo no me pusieran en infanteria ya estaría contento. Aquí esto junto con el Ripollez y dos chicos más que creo que nos entenderemos bastante.

Cuando me escribas me tienes que poner la dirección que te paso al final de esta.

Aquí en este campo sólo hay quintos del 40, de los términos jurisdiccionales de Terrassa y Sabadell sobretodo de Terrassa son una panda de tranquilos que hacen yo entre ellos he conocido a dos chicos de la Asociación de Alumnos de Terrassa y a aquel chico de las gafas que hacía ir a aquellos telares de mano y también el que seguramente conocerás más el Prunes que me parece que era secretario ya le he dicho aquello de aquella carta que los habíais acompañado a Can Feu.

Como que se acerca la hora de ir al cuartel acabo esta carta pidiéndote que me escribas pronto.

Da recuerdos a los compañeros de la Escuela y también a todas las “garrinetas” que veas por allí.

Esperando tu carta me despido de ti.

Josep Ribas

Josep Ribas Brullet
Camps d'Instrucció nº15
2ª Companyia
Igualada

Me disculparás de las faltas de ortografía que puedan haber en esta carta.  

Presentación



Ría de Pontevedra
19 de abril de 1941
Rogeli Izquierdo

Rafael Jariod compró una serie de cartas recuperadas de la Guerra Civil Española y las donó a CC ONGAyuda al Desarrollo. La correspondencia va dirigida a una joven de Sabadell llamada Francesca Lladós.

Decidimos transcribir los documentos como herramienta de estudio para la paz. Debemos crear un futuro mejor para las siguientes generaciones aprendiendo de los errores del pasado.