Alcalá de Henares, 26 de Febrero de 1942
Señorita Francisca Lladós
Sabadell
Querida
amiguita: Por la presente me place mucho acusar recibo de tus amables
saludos desde Zaragoza, que por cierto me honran en extremo ya que no
contaba yo con que tú me tuvieses en tanta consideración.
Mi anterior
carta todavía no ha sido contestada y ahora solamente te tocan dos o
tres líneas equivalentes al texto de una postal, pero como hoy me
siento magnánimo seré un poco más extenso pues te mereces esto y
mucho más.
Como me
figuro que tu estancia en la capital del Pilar habrá sido breve, ya
la habrás aprovechado
para ver aunque sea solamente superficialmente sus bellezas que no
son pocas precisamente. Ya sabes que no siento ninguna pasión por el
deporte muscular pero no dejo de sentir una gran alegría cuando
tengo conocimiento de alguna victoria deportiva de los de mi tierra. Siempre
habría dicho que el equipo del Sabadell en esta especialidad de la
pelota, era de poca monta, pero la realidad se encarga de demostrarme
que hasta es capaz de realizar “torneos” deportivos por campos
forasteros con garantía de no hacer un mal papel. Mi enhorabuena y
deseo que siguiendo vuestros éxitos tengáis la idea de personaros
en los “Madriles” con la seguridad de que ese día será un
acontecimiento para mí.
En tu próxima
ya me describirás un poco este éxito, pues estoy rabiando por saber
más detalles; mi imaginación ya te va dando una paliza a las bellas judoras del Foro.
Está mal
hecho utilizar la primera persona al hablar pero apelo a tu buen
corazón para obtener el perdón correspondiente a la falta que voy a
cometer.
En la tuya ya
hablarás de ti, ahora te hablaré de mí. Muchos mortales pululan
por estos mundos de Dios pero ninguno hay tan desgraciado como yo y
sino tu misma podrás juzgar cuando acabes de leer las continuas
desventuras que a continuación te detallaré.
Primeramente
empezaremos por la cabeza que ya sabes que es un artefacto que
lucimos encima de la espalda y que sirve para aguantar el sombrero y
otras cosas. Ahora bien, por lo que se desprende de su actuación,
todos los plumíferos y mamíferos enchufados que tienen su “modus
vivendi” en el Ministerio del Aire se han confabulado en contra de
los pobres que les estamos ganando el sueldo y a tal efecto han
dictado una disposición en virtud de la cual nos concedían a todas
las clases de tropa permiso para cortarnos el pelo al estilo alemán
que equivale a dejarse la cabeza como un cromo. Antes de pelarme a
estilo germánico he decidido hacerlo según se hace en el Ejercito
Español y así se puede ver como actualmente tengo una cabeza más
brillante que una bola de billar.
¡¡Ah,
ingrata!!! Desde aquí estoy viendo como te ríes al imaginarte mi
triste figura sin un triste pelo, pero espera que aquí no se acaba
mi desgracia.
Enseguida te
hablaré de lo que le pasa a mi corazón... ¡¡no, no !!! no te
asustes, mujer que no voy a hacerte ninguna declaración amorosa. El
corazón como tu sabes es un aparato que tiene la propiedad de
facilitar una sana fuente de ingresos a los médicos que lo entienden
cuando empieza a fallar; otros lo utilizan para lucirlo con la misma
tranquilidad que exhibirían un paraguas nuevo o bien una chaqueta
tres cuartos de nueva creación pues es bien sabido y corriente el
dicho de “este hombre
va con al corazón en la mano…..” Como todo, es susceptible de
despertar la codicia de los ladrones y más de una vez se puede ver
algún jovencito que, poniendo los ojos en blanco, dice: “Esta
chica me ha robado el corazón”, en fin no quiero extenderme en más
divagaciones e iré al grano. Ya te dije que actualmente tenía un
dulce idilio con una "pubilla" de Terrassa, pues bien, ni esto, su
comportamiento conmigo no me acaba de gustar y a ella no le gustaba el
amor por carta.
Epilogo:
Que ya tengo una nueva y fenomenal cucurbitácea en mi “haber
amoroso”. Yo creo que todo esto que llevo dicho es suficiente para
invitar al más pintado a probar las delicias del suicidio, pero no
acaban aquí mis penas.
Ya te había
dicho que periódicamente recibía unos boletines de prensa en mi
domicilio que me ponían al día de lo que pasa en el lavadero
internacional; pues bien, por lo que se ve esto es un delito grave y
la Jefatura de Policía así se lo hizo saber a mis Padres. Una
carta mía, unos padrinos bien buscados y otras cosas han hecho que
la cosa no tenga consecuencias, pero de momento ya me han fastidiado.
Todavía te
podría detallar otras calamidades que se resumen en una: ser
especialista del ejército del Aire.
Me consuela la
idea de pensar que solamente me quedan 21 meses de permanencia en
filas y que pasado este tiempo podré reintegrarme, si no hay
novedad, a la vida civilizada.
Espero tus
nuevas, mientras recibe el afecto que te profesa tu amigo,
Ramón
No hay comentarios:
Publicar un comentario