viernes, 29 de noviembre de 2013

Ramón Batalla 23 de Marzo de 1942

 



 
Alcalá de Henares, 23 de Marzo de 1942
Señorita Francesca Lladós
Sabadell
Querida amiga o, mejor “Estrictamente amiga Francesca":
Oportunamente recibí tu magnífica carta-misal, de fecha 13 del mes en curso. Seguramente que la sola lectura de estas líneas preliminares te hará suponer que mi moral se encuentra notablemente reforzada desde aquel día en que te redacte mi última, y haciendo honor a la verdad he de decirte que ni aquel día ni ahora se encuentra desviada en lo más mínimo de su línea normal. Una narración más o menos patética de unos hechos desagradables no significa que yo me encontrara aniquilado por el peso de las circunstancias, si no que quería decir que yo te hablaba con el corazón en la mano tomando por base la ilimitada confianza que te tengo.
Con este continuo convivir entre gente y elementos hostiles he cogido este temple de carácter que tu nombras en la tuya, tratando, con tus acertadas palabras, de prestar un poco de consuelo a mis aflicciones, y esta propiedad es la que me permite vivir mi existencia animado de un constante optimismo que me da fuerzas para mirar riendo todas las adversidades.
Te agradezco infinitamente el sentimiento que expresas en la tuya al hablar de estas cosas, pero he de decirte, Francesca, que ojalá que todas las pruebas a que nos somete el destino fuesen de esta naturaleza.
Puedes creer que he sentido una vivísima emoción al leer la enumeración que haces, tan bien hecha, con tu estilo de expresarte que tanto me gusta, referente a las incidencias pasadas por tu parte en aquellos días en que yo buscaba obtener de tus labios un “si”, que tú te has empeñado en considerar como imposible basándote en ejemplos y pruebas completamente equivocadas.
Los sentimientos no se pueden esconder y yo sabía que no te era indiferente, aunque estas palabras puedan ser exponente de una tonta vanidad, pero verdaderamente no comprendía las razones que te movían a tratarme de aquella manera, para mi, injusta.
Dos conceptos completamente errados figuran en tu carta y son estos: Según tú, me merezco una chica superior a ti, y también tienes la frescura de decirme que sólo te conozco superficialmente.
El siguiente concepto es el ejemplo que tomas siempre de la desacertada convivencia existente en tu casa y que yo encuentro muy dolorosa.
Pasaré a rebatir el primero. He tratado en el transcurso de mi existencia con un montón de chicas de todas las condiciones sociales y he tenido ocasión de ver que incluso en las altas esferas donde por sus recursos las chicas estaban obligadas a tener cultura superior y gran don de gentes, no me era posible encontrar una chica que se expresase con tanta naturalidad y aplomo como lo haces tú. Esto unido a tu gracia personal y a que perteneces a mi mundo social suscitó mi afecto por tu persona. Ahora bien ¿En qué sentido tiene que ser superior esta chica hipotética que tu citas?, en belleza no será, y puede que te refieras a bienes materiales. Si es este el caso te diré que no será nunca feliz un matrimonio realizado por egoísmo y en este caso es más acertado que en el nuestro, el refrán de “no sólo de pan vive el hombre”. Nunca se avendrán dos seres que no posean pensamientos comunes aunque tengan abundancia de recursos. Algo de esto ha influido en la ruptura de relaciones que he tenido con Montserrat, o sea, mi último “tormento”.
En lo referente a lo de conocerte no quiero dármelas de listo pero me atrevo a creer que durante el espacio de tiempo que vengo tratándote he tenido un poco la ocasión de penetrar en tu modo de ser.
Tienes mucha razón cuando hablas del triste caso que enturbia la felicidad de tu casa, pero esto no es regla para hacerte suponer que a ti te puede pasar lo mismo.
En fin, no quiero cansarte más, hablando de un tema que me tienes vedado y por lo tanto pasaré a informarte de alguna otra novedad.
No sé si en mi anterior te decía que a mi Padre le han hecho pagar 100 pesetas para las ánimas como consecuencia de su afición a leer determinados papelitos británicos.
Yo he prometido recuperar las 100 del ala y actualmente estoy llevando a término un eficaz procedimiento de “Recuperación”.
Dispuesto a no ceder ante ningún obstáculo he logrado ponerme en relación con determinadas esferas que me facilitan cualquier información, libros y prospectos sólo con pedirlos. La natural discreción me impide ser más explícito y por lo tanto lo dejaré para una entrevista personal.
En virtud de una reciente disposición dictada por el Estado Mayor del Aire se han suspendido los vuelos militares a toda España.
La Aeronáutica Nacional está de duelo, y no puedes imaginarte la gran tristeza que produce la contemplación de un campo de Aviación inactivo, los aparatos permanecen enfundados en la línea de vuelo como si fueran pajaritos heridos.
Para los que hacemos del aire un nuevo elemento de vida es muy triste no poder volar.
Muchos días voy a sentarme encima de la cabina de mi fiel 27-28 y allí reflexiono largamente y entonces tengo ganas de acariciarlo como si con este acto pudiera transmitirle mi gran tristeza.
Los EE.UU. se han empeñado en no querer enviarnos gasolina porque, según ellos, la reexpedimos a naciones beligerantes, y nosotros pagamos las consecuencias de esta manía del tío Sam.
Tengo un mes de permiso concedido pero no podré disfrutarlo hasta el 20 de Abril, por conveniencias del servicio.Puedes creer que tengo unas ganas locas de alejarme por unos días del ambiente militar pues en Madrid se ha puesto la situación de una manera tan exagerada que nos hacen la vida imposible.
Como botón de muestra te enumerare algunas de las ventajas que tenemos concedidas:
1ª. Al llegar a cualquier estación madrileña te encuentras inevitablemente con una amable vigilancia militar que te invita a desabrocharte el abrigo para cerciorarse si luces el traje reglamentario.
2º. No se puede pasear por Madrid antes de las seis de la tarde ni después de las ocho y media de la noche.
3º. Queda terminantemente prohibido fumar por la calle, llevar paquetes en la mano por pequeños que sean, pararse delante de los escaparates y cogerse del brazo de una chica aunque uno acredite que está casado, tampoco se puede entrar al “cine” a butaca y hay que ir al vulgar gallinero.
Resumiendo que vale más colgarse. Perdona mi letra infernal pero es producto de mi constante precipitación.
La presente la he escrito reloj en mano y ahora puedo darme cuenta de que he tardado aproximadamente 45 minutos.
Sin más novedades pondré punto y final no sin antes repetirte que puedes disponer incondicionalmente de tu amigo
 
Ramón

  

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