Zaragoza, 7 de Agosto 1940
Señorita Francisca Lladós
Sabadell
Mi recordada amiguita: Ya estoy
incorporado en mi nuevo destino que a decir verdad me sienta tan bien
que puedo decir que me encuentro como pez en el agua; en efecto, he
tenido la suerte de caer en gracia a los mandos porque según dicen
soy una fiera trabajando y conste que no me halago, no dicen lo mismo
mis ayudantes que, ¡probrecillos! valga la expresión están sacando
el hígado por la boca y no me equivocaría mucho si te digo que el
que me quiere más querría verme colgado. Ahora si que puedo reírme
del servicio militar pues aquí no tengo obligación militar de ningún
tipo y hago lo que me da la gana en todos los aspectos y además
me respetan mucho. De momento estoy en plan de turista pues no
tengo aparato fijo pero dentro de pocos días me traerán un
“Dornier” de nuevo diseño equipado con un motor que es una cosa
seria y que me hace el grandísimo honor de ser el único tío que
los conoce con la perfección que Dios manda.
También tengo la suerte de haber hecho
el bautismo del aire y que conste que no vomité, a pesar de que lo hice
en una rapidisima avioneta pilotada por un comandante más loco que
una vela en día de viento.
En cuanto tenga el aparato ya cobraré
la plaza de vuelo y entonces podré darme una vida muy sana.
Estoy seguro que dirás que soy más
fresco que una nevera pues te habría podido escribir antes, y
perdona la franqueza, he tenido pereza, sin que esto quiera decir que
he dejado de apreciarte pues ya sabes que me tienes el corazón
robado.
Ahora me estoy dando una vida muy
plácida, pues aquí hace una calor que no deja vivir, y como podrás
comprender con tu clara mente no tengo muchas ganas de calentarme la
cabeza gastando libros.
Cuando venga el invierno ya me
espabilare.
Cada día a las 6 de la tarde nos
llevan a Zaragoza en un lujoso y rápido autocar, y nos estamos allí
hasta las 10 de la noche, hora en que nos vienen a buscar de nuevo
para llevarnos al campamento a cenar y cerrar los ¿¿?? Por la
mañana nos podemos estar en la cama hasta la hora en que nos
hartemos, pero yo he cogido el habito de levantarme todos los días a
las 6 pues es aquel dicho tan rancio que dice “quien madruga, Dios le ayuda”.
En cuanto a comer estamos bien pues nos dan tanta comida como
queremos, es decir que yo estoy constantemente con una gran tristeza
estomacal.
El exceso de calor procuro
neutralizarlo con unas buenas dosis de helados de nata y leche
merengada hasta el extremo de que tengo el estómago como una nevera.
Cuando haga más frio algún domingo
me dejare caer por Tarrasa para ver a mis queridos padres que deben
de estar más aburridos que un vigilante en una noche de tempestad.
En cuanto a ti espero que seguirás
considerándome tan bien como siempre e iré recibiendo cartas tuyas
tal como hacía en Málaga. Tengo que decirte que si tus posibilidades
económicas son difíciles no dejes de decírmelo y yo te
remitiré los sellos, pero, ahora no me atrevo a hacerlo pues a lo mejor
no te haría gracia, pues ya sabes que hay establecimientos que
tienen un letrerito que dice : “ No se admiten los sellos”
Por hoy creo que ya estoy abusando
demasiado de tu condescendencia por lo tanto solo quiero decirte que
saludes a tu familia y amigos y que te hagas la idea de que estrechas
mi mano de amigo incondicional.
Ramón
Vuelvo a repetirte que una foto tuya me
iría como anillo al dedo.
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