viernes, 22 de febrero de 2013

Florencio Mimó 26 de noviembre 1938



Aguas de Ribes, 26 Noviembre 1938


Amiga Francisca: Creo que ya debes estar informada de mi estancia en el hospital de Ribes, donde por suerte estoy solamente a  causa de una muy leve dolencia en las piernas.

Aunque mi vida en el frente no ha sido hasta ahora muy dura en comparación con la de otros soldados, me parece un sueño ideal poder vivir lejos del ruido aborrecedor de la metralla y sin tener que contemplar el vuelo de los pájaros destructores, durmiendo en una cama bien cómoda y servido amablemente a todas horas.

Además, este es un bellísimo paraje cubierto de prados verdísimos regados por el agua cristalina de juguetones riachuelos, donde abrevan los rebaños que pastan pacíficamente en la hierba tierna. Destacándose sobre la típica población de Ribes se ve la famosa montaña de Nuria y el rumoroso río Freser que atravesando el pueblo baña los pies de las casas y acaba haciendo atractivo el paisaje. Me parece que tanto a ti como a Teresa, tan amantes del excursionismo, os gustaría mucho este rincón de Cataluña. Muchas mañanas en que las montañas lejanas aparecen cubiertas de una tupida capa de nieve pienso como disfrutaríamos si pudiésemos ir a tirar bolas de nieve como el año anterior en Sabadell. Por cierto que así no haría falta entretenernos en buscar donde hay más espesor.

Confío que si me escribes seguirás contándome las actividades de la Federación que no dudo continuaran con éxito.

Deseo también que progreses fuerte en tus estudios en el Instituto Obrero, que deben ser muy interesantes.

Si es que me has enviado alguna otra carta a la antigua dirección de la compañía, creo que mis compañeros ya me la reenviarán aquí. Ya te lo diré si es el caso.

Mientras espero con impaciencia nuevas tuyas, recibe un cordial apretón de manos de


Florencio Mimó

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