lunes, 25 de febrero de 2013

Florenci Mimó 19 de diciembre de 1938



Montserrat, 19.12.1938


Querida amiga Francisca: Hace ya una semana que abandoné mi residencia del plácido valle de Ribes, para ser trasladado a la famosa y popular montaña de Montserrat que tiene también sus atractivos y belleza, aunque no dispongo de tanta libertad para disfrutar de ella.
No suponía el día que tuve la alegría de vuestra grata visita que mientras os mostraba la magnificiencia del pirenaico rincón, que tan pronto tendría que abandonar aquellos parajes donde pasé tan buenos días.
Que placer fue vuestra visita tan inesperada y que tan buen recuerdo me dejó... ¡no puedes imaginar la alegría que tuve! Supongo que a vosotras debía transcurriros el resto del viaje sin accidentes desagradables.
Aquí en Montserrat las horas se me pasan más lentamente, ya que hay montadas unas numerosas guardias que nos impiden salir del recinto hospitalario, que aún siendo grande no deja de tener sus límites y nos produce el efecto de estar enjaulados. Además hay generalmente una densísima niebla baja que produce una baja y húmeda temperatura, que nos obliga a quedarnos en las habitaciones. Todas estas circunstancias me impiden dedicarme a mi ocupación preferida, el dibujo, que no puedo compensar tampoco con la lectura, pues es muy deficiente el servicio de biblioteca de este hospital. Menos mal que cada jueves y domingo hacen una representación teatral especialmente para nosotros, y al menos estos días los pasamos distraídamente y agradable.

Expresa mi afecto a Teresa y Carmen y tú recíbelo muy sincero de


F. Mimó


Montserrat, 19 de Diciembre de 1938


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