viernes, 22 de marzo de 2013

Florenci Mimó 16 de agosto de 1939



Madrid, 16 de Agosto de 1.939


Queridas amigas: Heme aquí de nuevo vivito y coleando y extirpada ya de mi cuerpo la gruesa capa de hollín que le cubría a la llegada a ésta, después del largo y demoledor viaje en una de esas especies de tortugas andantes por cuyas ventanillas entra a todas horas un humo nada limpio ni higiénico.

El tren para Zaragoza llegó a Manresa bastante retrasado y muy lleno de personas y bultos, lo que ocasionó que tuviese que ir hasta Lérida de pie y a partir de esta ciudad muy prensado entre dos obesas señoras y sin pegar un ojo. Pero en Zaragoza donde pasé varias horas tuve tiempo de descansar y aún de pasearme durante buen rato por la capital, que aunque muy antigua tiene modernas calles y edificios en el centro y además le da muy buen aspecto el rio Ebro, que pasa por el interior y lame los pies del templo del Pilar.

Desde esta ciudad a Madrid, el viaje se efectuó en mejores condiciones ya que lo hice en vagón de primera, aunque a pesar de ese lujo no carecía de esos insectos que tanto abundan por aquí en verano.

Llegué a Madrid puntualmente para ir a arreglarme un poco y llegar a la hora a la oficina con que no tuvieron que decirme ni una palabra. Además, durante el camino no encontré nadie que pusiese el más mínimo inconveniente el pasaporte que llevaba con lo que me convencí que la “simpática” taquillera de Sabadell es la única que a todo encuentra peros.

Y tú Teresa, ¿ guardaste buena impresión de la visita a Navarcles? Espero que sí y a ver si vuelves a visitarlos otro día.

Por hoy nada más que recuerdos a todos y no preocuparse.

Adiós

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